Capitulo 35.

27.6K 2K 104
                                    

-Decisiones ¿Equivocadas?-

—La historia dice que yo fui un príncipe, Vlad Draculea o Vlad el empalador... sin embargo nada de eso es cierto, ese era mi hermano mayor quien sólo ocupó su legítimo lugar luego de que mi muy amado padre me vendió a un conocido suyo quien buscaba un heredero... mi hermano se sintió tan aliviado aquel día, pensaba que yo era una amenaza.—Contuve el aliento, lo mire y a él no parecía afectar en lo más mínimo aquello que contaba, no obstante minutos antes demostraba mucho dolor al hablar de sus novias... fue así como comprendí que él nunca sintió afecto por su familia sanguínea.

—¿Por qué su padre lo regalaría?—Di un paso hacia él y automáticamente todas sus defensas se elevaron, Dracula retrocedió un paso y miro fijamente el rostro de Janet otra vez, estaba tratando de volver en sí mismo. 

—¿Por qué crees? ¡Por dinero! Su amigo necesitaba un heredero y él tenía dos, solo basto un arreglo económico y ya.—Sonrió—Tu mente es bastante inocente a pesar de todo lo que has pasado...—me miro, tratando de analizar mi expresión y después suspiro—Esas cosas son las que me gustan de ti—Un atisbo de sonrisa asomó por la curva derecha de su boca pero... se desvaneció al instante—En fin, el punto es que de un momento a otro pase de ser Vlad Draculea a ser Vladimir Tepes, eso no me molesto, toda mi vida fui entrenado para ser el heredero, y sólo si a mi hermano le ocurría alguna desgracia sería el heredero... por lo que de un momento al otro pasar a ser el legítimo heredero del título de conde fue...—no pudo ocultar su sonrisa de satisfacción—Fue fascinante, estaba eufórico, solo tenía que soportar a la esposa de mi nuevo padre y sus dos hijas, las niñas no eran un problema, Lizzel tenía 7 años, Carla 9 y yo 15 cuando llegue a la casa... el primer día fue muy normal, todos me trataban como si realmente fuera el hijo del conde y me hubiera criado en esa casa, debo decir que eso alimentó mucho mi ego, para todo el mundo era el próximo dueño de todo o que saltaba a la vista—la sonrisa con la que estuvo relatando hasta el momento se desapareció—Pero un día mi tonta fantasía se desvaneció, fue cuando escuche a unos sirvientes hablar de cómo el adoptado se sentía en una nube al ser recogido por el señor... paulatinamente me di cuenta de que no eran los únicos, de hecho todos los sirvientes de la casa pensaban lo mismo. No solo los sirvientes, también los socios y amigos cercanos de mi nuevo padre, todos, todas aquellas personas que dijeron respetarme me mintieron a la cara y yo les creí como un imbécil...—cuando me miro sus ojos centelleaban de pura rabia—Desde ese momento me juré a mi mismo que no volvería a dejar que me subestimaran ni se rieran de mí a mis espaldas... pero no todo fue malo... un rayo de esperanza alumbró mi oscura vida.

Carla... supongo que eso explica su amor.

—Lizzel, ella fue lo único que me daba aliento a seguir—inspire profundamente... no entiendo ¿Lizzel? ¿Qué su amor no fue Carla?—Comenzamos a hablarnos porque a ella le gustaba salir mucho al jardín y a mi también, luego de descubrir lo que todos pensaban de mí ya no me sentía parte de esa casa. El primer dia que nos hablamos, fue una linda tarde cuando el sol calentaba el helado lugar que fue azotado duramente por el invierno pasado, aquel día ella me saludó por primera vez sin compromiso alguno, ya que hasta entonces todas nuestras palabras cruzadas con la señora y sus hijas fueron por pura educación. Lizzel y yo nos volvimos los mejores amigos—toco su corazón como si sintiera algo, no estoy segura de si fue alegría o dolor—Ella fue quien más sufrió con todo esto—apretó la tela que está en su pecho... lo que sentía era dolor—Todo fue por mi culpa, yo la maté ¡Fui yo!—Con calculada lentitud soltó su ropa—Pero eso ya no importa ¿Verdad? Ya sabes que fui yo quien la mató.

Trague saliva.

—¿Usted a que trata de llegar con todo esto?—Parpadeo y pude ver que comprendió mi pregunta.

Dracula quiere una noviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora