Capitulo 21.

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Dracula presiono una vez más el botón que presume ser el alta voz del teléfono y comenzó a revisar algunos papeles que se encontraban en su escritorio.

—Hola...—esa voz... resonó en mi cabeza y en consecuencia todo mi ser se estremeció. Dracula estaba tan concentrado en esos papeles que ni se fijo.

—Buenas días padre ¿Cuál es la razón de tu llamada? —pregunto.

— ¿Es que no puedo llamar para preguntar como estas? —Mi corazón se acelero, su voz. Es condenadamente suave y aterciopelada.

—Padre...—Dracula le reprocho como si supiera perfectamente que mentía.

—Está bien, está bien señor concejal-súper-ocupado tengo una tarea que encomendarte. —Lleve mi mano al pecho tratando de controlar mis latidos.

— ¿Qué es lo que quieres? —Dracula carraspeo su garganta—Quiero decir ¿en qué puedo ayudarte? —Acaso él... ¿acaba de arrepentirse? No le tiene miedo... ¿o sí?

—Pues veras tengo una acompañante un tanto problemática... creo que ella esta metiéndose con mis sirvientes y eso me molesta. La enviare a tu casa y junto con tus hermanos encárgate del problema. Si es inocente simplemente envíala de vuelta pero si no lo es, sabes perfectamente que hacer—creo que esta sonriendo... no estoy segura— ¡Ah! Y un día de estos tienes que presentarme a la dueña del corazón que esta latiendo tan fuertemente por mi causa ¿de acuerdo?

Dracula le colgó sin decir nada para después mirarme frustrado y masajearse las sienes.

—No te culpare por eso. Es natural, mi padre es el primer vampiro de todos. Con esto quiero decirte que tiene un encanto muy superior al que yo o cualquiera de mis hermanos pudiéramos alguna vez llegar a tener, su sola voz es demasiado atrayente para los mortales como tú.

No es eso... tal vez en parte si pero no es su encanto... es otra cosa que no puedo explicar.

—Ahora solo siéntate en silencio trata de calmar tus latidos y déjame trabajar.

Pasaron exactamente 35 minutos los cuales conté debido al reloj que estaba colgado en la pared detrás del asiento de Dracula en el cual deposite toda mi atención para poder evitar mirar el perfecto rostro del conde. Dracula le había informado a su asistente que podía pasarle llamadas y venir a la oficina ya que sus asuntos con su padre habían terminado.

Entonces repentinamente Dracula levanto la cabeza en claro muestra de que algo llamo su atención.

—Ven—Prácticamente a velocidad luz estaba a mi lado para después levantarme llevarme consigo hasta su lado y sentarme sobre el escritorio. El se desabrocho por completo la camisa puso su mano sobre el escote de la mía y con un movimiento rápido la rasgo, di un grito ahogado tratando de cubrirme pero él no me toco en ningún momento, solo se despeino con sus manos y se encargo de hacer lo mismo pero de una manera más delicada conmigo. Luego abrió mis piernas y se coloco entre ellas. Esto es malo llevo falda, abrazo mi cuerpo y poso sus labios sobre mi cuello sin moverlos, justo entonces la puerta se abrió y escuche como la asistente de Dracula trato de contener un grito.

—¡¡Lo siento mucho señor Vlad fue mi culpa por entrar sin tocar, le prometo que no volverá a pasar por favor continúe no volveré a molestarlo!! —las palabras salieron torpemente de su boca casi atropellándose las unas con las otras.

Entonces sentí sus labios sonreír sobre mi piel.

— ¿Esto fue con la completa intención de que nos viera?

—Por su puesto.

—Entonces ¿Por qué siento algo en mi entre pierna?

No soy una idiota y al final leer libros de la anotomía y su funcionamiento sirvió de algo... eso creo.

—Sucede que esta posición...

Puse mis manos en su pecho y lo empuje antes de que continuara hablando... idiota ¡¡Mil veces idiota!! Mi cara ardía, ¡Se que soy una herramienta o una especie de juguete! ¡Lo sé! pero ¿Por qué me desagrada tanto su toque? Debería de comenzar a acostumbrarme. Su rostro al ver mi expresión de enfado se ensombreció apartándose y volviendo a abrochar su camisa.

—Lo siento... la próxima vez te avisare y tratare de contener mis impulsos...— ¿Se está disculpando? ¡No! El no se disculpa... solo dice mentiras.

—No importa... sabia que cosas como estas tendrían que pasar y acepte, no tiene por qué preocuparse y además me gustaría preguntarle ¿Qué me pondré ahora? —Le hice una señal para que observara la camisa rasgada.

—No pensé eso... lo siento, le pediré a Blanca que consiga algo de ropa. Dame un segundo.

Pasaron cinco minutos y volvió a entrar.

—Aquí tienes—dijo ofreciéndome una blusa negra.

La tome e iba quitarme la camisa rota cuando lo mire desconfiada. Él solo suspiro para después girarse, me quite la camisa y me puse la blusa.

—Ahora quiero que sepas que casi todo el mundo sabe de lo que "paso aquí" —dijo orgulloso de si mismo.

— ¿Cómo? —pregunte incrédula solo pasaron cinco minutos.

—Pues mi asistente debe habérselo contado a las de mis hermanos y estas esparcieron el rumor el cual llego a casi todos en el congreso. Todo esta yendo según lo planeado.

—Luce muy feliz con eso.

—Tengo que estarlo... después de todo el único objetivo de todo esto es que sea creíble. ¿Verdad?

Asentí.

De camino a casa me sentía extraña, lo que nos recogió era una especie de limusina, en la parte trasera en lugar de entrar dos o tres personas entraban de cinco a seis y además un vidrio negro nos separaba de Fabricio.

— ¿Cuál es el objetivo de esto? —pregunte mientras lo miraba, el está con su teléfono tocando la pantalla táctil con suma rapidez... ¿un mensaje?

—Ah...—dejo de mirar la pantalla para verme—Si vamos en esto de aquí para allá todo el mundo pensara que buscamos estar en un lugar más intimo ¿verdad?

—Entiendo...— ¿acaso todo el mundo se fijara en lo que va? ¿Qué digo? ¡¡Por supuesto que sí!! Al parecer ser el presidente del primer consejo que gobierna el mundo le da ese tipo de atención.

Llegamos a casa y Jane corrió hasta mis brazos en cuanto entre... seguramente estuvo esperándome en la puerta desde hace un rato.

— ¿Te has comportado bien? —Pregunte con una sonrisa.

—Si mamá además jugué mucho con Christopher y nos divertimos.

Ella estaba jugando con él hijo de Tom... que raro Jane no solía hablar con los otros niños, aun que en parte eso era mi culpa. De hecho no en parte por completo era mi culpa. Es bueno que hable con otros niños.

—¿Cómo te has portado Crhis? —Pregunto Tom inclinándose para mirarlo a los ojos.

—Bien, bien jugué con Jane todo la tarde y mamá luego me cocino pastel, fue muy divertido quiero volver otro día pero mamá dice que no vendremos en un tiempo ¿puedes decirle que quiero quedarme?

Él esta tan contento, es adorable.

—Lo sé, yo también quiero que te quedes pero en poco tiempo vendrá alguien y tú no puedes estar aquí ¿entiendes? —Él asintió—Bien ahora ve a preparar todo para marcharte con tu madre—Christopher fue escaleras arriba en busca de ella.

—Cosas horribles sucederán si lo que sospecha esa persona es verdad... haces bien en no dejar que se quede. Ahora quita esa cara de tristeza—Dracula le puso una mano en el hombro de su hermano y este se levanto.

—Bien, comencemos a preparar todo.

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Holi, aquí les dejo otro capi, ¡Tres en menos de 24 horas! Tienen que estar contestas XD.

Bien estoy trabajando duro para actualizarles seguido y complacerlas espero que les haya gustado el capitulo.



Dracula quiere una noviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora