Imaginas- One Shots CNCO.®

13.Zabdiel de Jesús.

-Estoy nerviosa...-dije cerrando la maleta.

-Tranquila mi amor...-susurro Zabdiel en mi cuello.

-Debo acabar la maleta de los niños...- dije apartándome.

Salí de nuestra habitación y entre a la de Zahid.

-Espero y ya tengas tus cosas acomodadas.- le dije a mi hijo.

-Si mami, todo listo, ya llevo mi cepillo de dientes, perfume, mi estropajo, ropa interior para una semana y de repuesto.-sonrió orgulloso mi hijo.

-Muy bien mi niño.-le di un beso en la mejilla.- Ahora acuéstate, deja te acomodo...

El niño asintió y se acomodo en su cama.

-Buenas noches hijo.-le di un beso en la frente.- Te amo.

-Buenas noches mami, te amo mas.

Sonreí y salí apagando la luz de su cuarto.

Entre al de mi pequeña.

-¿Que es este desorden? Zara, ¿no has preparado tu maleta?.-regañe a mi hija.

-No...-agachó la cabeza.

-Zara ¿que te dije?.-reclame.- Trae tu cepillo de dientes, tu estropajo...

A comparación de mi hijo, de tan solo 8 años, Zara era todo lo contrario, desordenada e imperativa, y con tan solo 6 años.

Ayude a mi hija a hacer su maleta y la acosté.

Al día siguiente había sido una mañana de locos, se nos había hecho muy tarde para el vuelo, Zabdiel me había ayudado a vestir a los niños mientras yo preparaba el desayuno.

Tomamos un taxi para que nos llevará al aeropuerto.

-Tranquila todo va a estar bien.-Ya dentro del vuelo, que de milagro alcanzamos, Zabdiel me calmaba.

-Zabdiel, estoy vuelta loca, los niños, la noticia, ver a tus papas...-tome mi cabeza.

-Sabes que no debes estresarte...-beso la comisura de mis labios.- Es lo que siempre queríamos...

-Esta bien me relajare...

Y oh rayos, fue un error decir eso.

Después de horas de vuelo, aterrizamos en Puerto Rico, la tierra de los boricuas.

Zabdiel estaba super emocionado.

Su familia, mi familia, nos había recibido super bien, los niños estaban muy contentos de ver a sus abuelos.

-Suelta eso Zara...-regañe a la niña cuando tomo una figura de vidrio.

Estábamos cenando, era hora de darles la noticia...

-Mamá...-hablo Zabdiel.- tenemos algo que decirte...

-¿Que pasa hijo? .-Hablo la señora muy amable.

-Vamos a ser papas nuevamente.-dije sonriendo.

-¡Oh Zabdiel!.-empezó a llorar la señora.- Que gusto me da hijo, muchos nietos, como siempre soñé...

-Pero...Esta vez vienen dos en camino.- dijo Zabdiel palabra por palabra.

La señora se limpio las lágrimas y nos abrazo.

-Muchas gracias por darme la bendición de ser abuela...-comento la señora.

-Gracias a usted por darme a un hombre como Zabdiel.-tome la mano de mi esposo.

Después de eso estaba ayudando a lavar los platos con la mama de Zabdiel, mientras el jugaba con los niños.

-Me encanta la idea de que tengan más hijos, cuando se acerque la fecha, yo puedo ir a cuidar de Zara y Zahid...

-Me sería de mucha ayuda...-sonreí.

-____, te tengo que agradecer, por como eres con mi hijo, por como lo quieres, por la familia que han formado, por los nietos que me han dado, por como lo has hecho tan feliz desde hace 10 años, por estar con el en las buenas y malas...- la señora hizo que llorará.

Voltee a ver a Zabdiel, se veía tan feliz , jugaba con los niños y reía a más no poder.
Esta era la vida que siempre quise, con unos hijos hermosos y un hombre del cual estaba muy enamorada.