75.Zabdiel de Jesús.

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Aviso antes de leer.
El capítulo puede que sea de un tema delicado,pido mente abierta.
Constará de tres capítulos.


Estaba en el baño vomitando, mi garganta ya se sentía irritada a más no poder, me lave los dientes y tome enjuague.
Me tomé las pastillas que me había recetado el doctor, era para calmar el dolor.

Escuche que Zabdiel abrió la puerta, inhale y exhale, hoy le diría sobre lo que sucedía.

Salí a la sala y tiro sus cosas sobre el sillón.

-Hola Zabdiel.- me acerqué a él con una sonrisa.

-Hola.- dijo secamente.

-Tengo algo de que hablar contigo...- dije frotando mis manos nerviosa.

-Yo igual...- suspiro.

-Bueno, dime tu primero.- dije sonriente y me senté enfrente de el.

Suspiro fuertemente y froto sus manos sobre su cara.

- Ya estoy cansado...- dijo rápidamente.

-¿Cansado? ¿De Que?.- pregunte confundida.

- De todo, quiero que nos separamos... Ya no somos los mismos,ya son peleas, ya estoy harto...- dijo algo frustrado.

-Zabdiel, eso se puede arreglar...- dije en voz baja.

-¡No! Entiende que ya no quiero arreglar nada, quiero mi vida de nuevo...- dijo levantándose.

- No sabía que yo era un impedimento.- respondí sería, aguantandome las lágrimas, poniéndome de pie.

- Pues ya lo sabes...- dijo yéndose a la habitación.

Suspire, entre al baño y limpie unas lágrimas, vi mi rostro demacrado y mis ojos amarillos, ya no era la misma. ¿Por qué me pasaba eso a mí?.

Fui a la habitación y vi como Zabdiel empacaba sus cosas.

-Hablas enserio...- dije en el marco de la puerta.

-No es una broma...- se dio la vuelta, vi sus ojos hinchados, tomó su maleta.

-Quédate Zabdiel, te necesito más que nunca...-dije soltando algunas lágrimas, abrazandolo por la cintura, recargando mi cabeza en su pecho.

Me quito de encima de el.

-No lo hagas más difícil.- tomó su maleta y la arrastró hasta la puerta del departamento.- Adiós...

Dijo cortante, salió, dejando en mi un corazón roto...

-Tengo cáncer Zabdiel...- dije en voz baja, mirando a la puerta, como si eso hiciera que regresará, pero no fue así.

(...)

Narrador omnisciente:

Entró Zabdiel a aquella habitación, viendo a aquella chica frágil, con una aguja en su brazo,su cuerpo en los puros huesos, cubierto con una delgada capa de piel algo amarillenta llena de moretes, con su cabeza, vacía de aquel cabello largo y sedoso que la caracterizaba, con su cara, ya bastante demacrada, dejando ver unas ojeras bastante notorias.

Zabdiel había sido llamado ese día, dándole la noticia que el último deseo de esa chica era ver ala persona que la hizo la mujer más feliz del mundo.

Zabdiel se acercó temeroso, con un corazón destrozado y los ánimos en el piso, simplemente estaba hecho trizas.

- Me da gusto verte...- dijo la chica ya algo moribunda.

-A mi también me da gusto verte, pero no en esta situación...- dijo con miedo.

-He estado peor...-sonrio,la chica volteo hacia con Zabdiel, lo miro con aquellos ojos ya algo amarillos y sin brillo, pero había algo en ellos que hacia que cualquiera cayera a sus pies, estiró su mano hacia con el chico...- Ven aquí...

El chico se acercó y tomó su mano.

-Gracias por venir...- dijo sonriendo con sus pocas fuerzas.

- Lo lamento tanto...-dijo Zabdiel saltándose a llorar.

-No Zabdiel...No lamentes, tuve una vida hermosa, me diste los mejores días...- le apretó más la mano.- Te amo Zabdiel, como no tienes una idea...

- Quisiera hacer todo lo posible para que no estuvieras en esta situación, jamás te hubiera dejado...- dijo Zabdiel llorando y poniéndose de rodillas.

- No hay situación más perfecta que este momento...- dijo la chica.- Recuerdas aquel aniversario que me llevaste a esa playa... Que tranquilidad, quisiera estar ahí de nuevo...

-Estaría magnífico...- dijo Zabdiel.

-Siempre te llevaré en mi corazón y mi mente Zabdiel...-dijo la chica.

Un silencio se dejó sentir en la habitación, Zabdiel se estaba lamentando por no haber estado com aquella chica cuando más lo necesitaba, el dejó de sentir la misma fuerza de la mano de la chica.

Volteo hacia con ella, una máquina que indicaba los pasos de su corazón son, indicando que ya no había vida en el cuerpo de la chica.

Zabdiel grito, no pudo decirle todo lo que quería, cuanto lo sentía, que manera tan cruel de enseñarle que las personas se van rápido.

Vio a aquel cuerpo ya sin vida, sus ojos miraban hacia el techo, una lágrima se había visible en us mejilla, Zabdiel cerro con sus pulgares los párpados de aquella chica,de acercó a ella y dejó un beso en los labios ya fríos,pero no dejaban de ser carnosos como el los recordaba, junto sus frentes.

-Te amaré por siempre...- dijo Zabdiel echándose a llorar.

Imaginas- One Shots CNCO.®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora