Imaginas- One Shots CNCO.®

92.Zabdiel de Jesús.

Antes que nada, les diré que está conta de dos capítulos, pero estoy segura que les gustará mucho...¡Comencemos!.

Otro  día de trabajo, me levanté con la peor flojera del mundo, me bañe y me  aliste para ir a trabajar, sería un día largo.

Me puse mi uniforme, me agarre mi cabello en una coleta, salí del cuarto no sin antes despedirme de mi pequeño, le di un beso en la frente, el aún estaba dormido, adoraba verlo así, tan sereno, me partía el corazón dejarlo...

Baje a la cocina y ahí se encontraba mi madre.

-Buenos días cariño.- sonrió dejándome un beso en la mejilla.

-Buenos días mamá, te encargo mucho a Alan.- dije tomando un café rápido.

-Sabes que lo cuido con mi vida entera, ¿no desayunaras? Preparé waffles.- me mostró los bocadillos.

- No mamá, se me hace tarde, nos vemos en la noche...-sonreí y salí de la casa para disponerme ir a trabajar.

(...)

-Hoy a quien escoltaremos.- le pregunté a mi compañero de trabajo, Dylan.

Trabajábamos en personas de seguridad, escoltabamos a gente "importante".

-Zabdiel de Jesús, puerto riqueño, empresario millonario y demás..  - sonrió colocándose su uniforme.

-Engreído seguramente.- me reí.

- No lo dudes.- terminó que vestirse.- Vamos a empezar un nuevo día...-suspiro.

(...)

Estábamos en el aeropuerto, esperando al dichoso Zabdiel, había mucha prensa, y eso era lo que debíamos evitar.

- Ya llegó.- escuche por mi intercomunicador y fuimos a la sala fin de iba a salir

Todo paso muy rápido, salió el chico de la sala, lo escoltabamos a su carro, la prensa tenía una euforia al mil.

Escuchamos varios estruendos, balazos.

Mis compañeros se encargaron de sacar sus armas y ver de donde provenían, me encargué de proteger a Zabdiel,ya que obviamente ese era mi trabajo, lo avente al piso y lo protegí con mi cuerpo, hasta que sentí algo traspasar mi cuerpo, la sangre la sentía hervir, como si tuviera fuego por dentro, vi mi estómago y efectivamente, me habían herido...Lo último que sentí, fue como mi cuerpo rebotaba contra el piso,y ver aquella imagen de mi pequeño en mi mente, hasta que todo se volvió negro...

(...)

Desperté con un terrible dolor de cabeza, abrí mis ojos lentamente y visualice a mi alrededor, estaba en un  hospital.

-Hasta que despiertas bella durmiente.-dijeron a mi costado, me sobresalte.

-¿Quién eres?¿Qué haces aquí?¿Qué me paso?.- pregunte rápidamente,trate de sentarme,pero sentí unas punzadas en mi estómago.

-Tranquila... toma esto con calma.-se puso de pie y me dio unas pastillas, con una botella de agua.- Las enfermeras indicaron que te diera estas pastillas cuando despertaras, son vitaminas, perdiste mucha sangre...

Lo mire raro, dude en tomar las pastillas pero al final de cuentas lo hice.

-Soy Zabdiel, ayer hubo un tiroteo en el aeropuerto, y tu por protegerme recibiste tres balazos, gracias a Dios,ninguno daño algún órgano.- dijo tranquilo.

-¿Y qué haces aquí?.- pregunte incrédula.

-¿Qué hago aquí?.-sonrio.- Me salvaste la vida, obviamente tenía que hacer algo por ti...

-¿Pagaste todo esto...? Oye no, no es necesario...- dije confundida.

-Es necesario,no cualquiera arriesga la vida por el otro...- sonrió.

Iba a contestar algo, pero la puerta del cuarto se abrió, la luz de mis ojos,mi hijo.

-¡Mi amor!.- dije emocionada.

El pequeño corrió hacia conmigo y se subió a la cama, aplastando mis heridas.

- Hay mi niño.- dije algo adolorida.- Mejor abrazos más tranquilos...- reí.

-Hola campeón...-dijo Zabdiel levantando "cinco" a mi hijo, cosa que correspondió.

- Te extrañe tanto mi niño.- dije acariciando su cabeza mientras el la recargaba en mi pecho.

-¿Es tu hijo? Pensé que tenías 21 años...-dijo Zabdile incrédulo.

-¿Con qué revisando mi historial?.- pregunte.

-Digo... tenía que saber algo de ti, no tenías ningún número de familiares, mas que tu cédula...- dijo rápidamente.

-Fui madre a los 16.- dije medio sonriendo.

-¿Y el padre?.- pregunto rápidamente.- Perdón... No debo de preguntar tanto...

-Falleció al mes que le enteré que estaba embarazada, lo asaltaron y tuvo un infarto.- seguía acariciando a mi hijo.

-¿Cuántos años tienes campeón?.- pregunto Zabdiel para hacerle plática a Alan.

- No habla, los doctores dicen que todo está  bien, nadamas que el hablará cuando el quiera...- le Di un beso en la coronilla.- Tiene cinco años recién cumplidos mi hombre...

-Se parece a ti...- sonrió.

-Ojala que no se parezca en el carácter.-reímos .-Zabdiel, no es necesario el pagar todos los gastos, yo veré como le hago...

- Basta... No es nada, no me hubiera sido grato que un pequeño se quedará sin su madre, quiero apoyarte en esto, salvaste mi vida, pero es poco de lo que puedo hacer... Rehabilitaciones, medicinas, en todo te ayudare...

-Gracias Zabdiel, de verdad...- dije algo sentimental.

-Campeón, ¿Vamos por un helado?.- mi hijo rápidamente sonrió y fue hacia con Zabdiel,mientras que este tomaba la mano del pequeño.

- Me lo cuidas...-dije antes de que salieran de la habitación.

(...)

Había pasado un mes desde aquel incidente, Zabdiel, mi hijo y yo nos encontrábamos en el parque.

Zabdiel se había hecho un gran amigo, estuvo en las rehabilitaciones,pago medicamentos, y se hizo gran amigo de Alan.

-Alan, ten cuidado en los juegos.-le dije a mi hijo antes de que corriera a las resbaladillas.

Nos sentamos en una banca de ahí.

-¿Cómo te encuentras?.- pregunto Zabdiel.

-Mucho mejor, ya duelen menos las heridas, la rehabilitación funciona al máximo y ya dolo quedan las cicatrices en mi estómago.- me reí.

-Eres hermosa aún así...- me sonrió.

-Oh gracias caballero.- nos reímos.- Zabdiel, no sientas una obligación el hacer todo esto por nosotros...

-¿Obligación?... Me encanta poder ayudarte, me ah gustado convivir con tu hijo, lo seguiré haciendo eso por mucho tiempo más, claro si tu me lo permites...

-¿De qué hablas? Obvio si Zabdiel, adoro ver a mi hijo feliz contigo, y de que me ayudes... No tengo palabras.

-¿Entonces? ¿Me permitirá usted bella dama seguir ayudándole?.- sonrió Zabdiel tendiendo su mano.

-Claro que si amable caballero.-le tome la mano.