—¿Y qué más?—dijiste con un tono de ironía—. En serio—dijiste agradecida—, esto es demasiado; creo que ya puedo irme a ca...
—No—interrumpí—. Las máquinas quitanieves no vienen hasta las diez de la mañana, son las nueve; te da tiempo. De todas formas, sé que quieres probar mi delicioso café con pastel; si no se lo ha comido Giann.
—Vale—desististe poniendo los ojos en blanco, alargaste la letra "a"—. Pero es demasiado; luego te tengo que dar una cosa.
Asentí y me senté contigo en la mesa de madera del comedor a desayunar los restos del pastel, séase todo lo que no se había comido Giann. De todas formas, dijiste que el pastel estaba buenísimo y que mi café sabía genial. Bromeé diciendo que era porque lo había hecho yo...Pero sinceramente, todos sabemos que sabía genial porque mi cafetera sí que era genial.
Al terminar de desayunar, te quedaste un rato más para darme algo; nos sentamos debajo del árbol de Navidad. Estábamos abriendo los regalos, mi madre me había regalado ropa; cómo no; pero estaba agradecido con ella de todas formas. Por el contrario, mi adorable hermana me regaló un par de libros...Cosa que hacía todos los años, lo bueno era que mi hermana sabía mis gustos a la perfección; y me rellenaba la estantería de libros.
Pero tú me regalaste algo mejor, y no sólo era tu presencia...
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Una Coca Cola para enamorar
Короткий рассказ"Te conocí por casualidad, estabas tomando una Coca Cola" Él era el barman de un establecimiento más bien humilde, un sitio corriente en el que se servían bebidas de todo tipo. Ella era su cliente habitual...Y siempre pedía lo mismo: una Coca Cola...
