Una Coca Cola para enamorar

Especial 10K-15K

N/A: ¿Adivinen a quién se le olvidó publicar esto? Pues obvio, a una servidora. Debería acordarme más de las cosas 😂😂🤔🤔. Sep. ¡¡16K lecturas!! Gracias <3 . Al final el especial no trata del viaje tan sólo, hay más cosas; sólo os lo digo para que no haya confusiones. Disculpen la demora, es que me quitan el Wi-Fi siempre que estoy inspirada, qué triste :(.

Piper.

Retrocedamos al viaje a Escocia...Llevaba saliendo con Sam, como pareja algunos meses. Me daba algo de miedo, pero estaba realmente enamorada de él. Eso me daba tanto miedo. Pero el presente era el presente. Y estaba muy feliz con él.

Me pidió que fuese con él a su viaje a Escocia. Por supuesto le dije que sí. El vuelo fue muy relajado, mucho más que cualquier viaje que hubiese emprendido previamente; digamos que con la familia Wells, en un avión, más de una hora, ni pensarlo. Los viajes de carreteras eran similares en eso, o peores; por eso siempre admiré la paciencia de mi madre y también la de mi padre.

Mi mellizo nos llevó al aeropuerto; el cual, como de costumbre, se quejó diciendo algo como...«Piper, ¿por qué siempre eliges vuelos tan tempranos?» y cosas similares. Y yo le dije que nadie le había obligado a llevarnos y sin embargo, se había ofrecido. Pero eso hacía siempre, era mi compañero de útero, y un idiota en prepotencia de vez en cuando.

—La vista es preciosa—dijo Sam cuando se asomó por el balcón de la habitación—. Pero no tanto como tú...

Ese chico me hacía enamorarme de él cada día con más fuerza. Algo que simplemente, me aterraba, pero era una sensación muy placentera y que hacía que me sintiese mejor que nunca. Ojalá no fuese momentáneo todo lo que sentía por él, o simplemente, ojalá lo nuestro no fuese momentáneo.

—Ay—dije enternecida por sus palabras—. Si es que eres un amor—me acerqué a él y nos dimos un corto beso, al separarnos sonreímos de lado—. ¿Vienes?

—A donde sea—dijo él—, pero contigo.

Él asintió con una risa tierna y nos dispusimos a salir del lugar en el que nos hospedábamos. Fueron las vacaciones más agradables que tuve; sin duda alguna. Después de las vacaciones, volvimos a la rutina diaria, con universidad, obligaciones, etcétera. Todas las noches hablábamos por vídeo llamada, nos preguntábamos cómo nos había ido el día, nuestros estados de ánimo, o hablábamos de cualquier tontería, pero siempre había algo de un hablar.

Muchos años después, casados, con Everly presente; y trabajos estables. Nos invitaron a una cena formal. Yo estaba terminando de atarme los tacones (que en una infancia nunca pensé que llevaría) y Sam se estaba poniendo su corbata. Everly se acercó a mí con un par de mis tacones y una corbata de Sam. Ella tendría, aproximadamente, cuatro años entonces.

—¿Puedo usarlos?—dijo refiriéndose a mis zapatos y a la corbata; Sam se acercó.

—¿Por qué quieres usarlos, hija?—preguntó mi marido.

—Es que quiero ser como vosotros—dijo con un brillo particular en sus ojos pardo verdosos.

—¿En serio?—pregunté y asintió—. Te diré una cosa, mi pequeña; tú no tienes que ser como nosotros, no tienes que compararte con los demás, ni ser igual que los demás—su rostro se mostró apenado y la sonreí—. Simplemente tienes que ser la mejor versión de ti.

Ella asintió después de abrazarme, y luego se fue a su habitación sonriendo. —Buena respuesta, amor—dijo Sam dándome un beso en la coronilla—. Te amo, ¿lo sabes verdad?

Asentí sonriendo. —Yo también a ti.

Recuerdo cuando me preguntaron si creía en el amor que dura toda una vida. Cuando era una niña o una adolescente, te habría dicho que no...Incluso te habría dado esa respuesta a los veinte años; pero cuando me enamoré de Sam, todo cambió. Y sin duda me planteé una vida de amor junto a él, y al final, sí que vivimos una vida juntos; o por lo menos, compartimos media vida juntos.

La vida no pudo ser más feliz para mí. Pero como todo el mundo sabe, todo lo que comienza se acaba.