"Te conocí por casualidad, estabas tomando una Coca Cola"
Él era el barman de un establecimiento más bien humilde, un sitio corriente en el que se servían bebidas de todo tipo.
Ella era su cliente habitual...Y siempre pedía lo mismo: una Coca Cola...
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Me habías preparado una fiesta sorpresa de cumpleaños. ¡Ni siquiera yo me había acordado! ¿Cómo lo hiciste tú, Piper?
Mi cara de asombro lo decía todo; a parte de que cuando salisteis de vuestros escondites y me cegasteis con las luces de la sala y también; la luz de mi querida hermana haciéndome una foto, memorable, con los ojos semi cerrados y expresión de me-acabo-de-levantar-y-estoy-somnoliento-y-desaliñado. Ay, Gianne, siempre siendo un amor de persona...
Me sonreíste y me dirigí a ti con emoción. —¿Has preparado tú todo esto?—pregunté después de darte un pequeño abrazo.
—¡Sí!—exclamaste sonriente—. ¡Felicidades, Sammy!
—Gracias, Piper—dije dándote un abrazo, a lo que los presentes, por reacción, soltaron un suspiro queriendo decir algo cómo «Qué bonito...»—. Me voy a cambiar—dije señalando la habitación, ya que estaba en pijama.
Al salir vi a todos los que realmente eran mis amigos y a mi familia; en la casa estábamos, mi madre, Giann, Martin, Luke (uno de mis mejores amigos, y un viejo amigo), Andrew (el ya mencionado buen amigo de mi padre), Juliet, tú y yo.
Estaba muy contento de que todos estuvieseis allí...De que tú estuvieses allí, y te hubieses acordado.
Resultó que conocías a Luke de la universidad, no le preguntaría de eso hasta más tarde...Estuvimos toda la mañana en tu casa, charlando y divirtiéndonos, celebrando mi cumpleaños. «El pequeño Sammuel se nos hace mayor» creo recordar que dijo Luke.
Me encantó la fiesta. Gracias, Piper; me hiciste feliz...Aunque a decir verdad, tú de por sí, me hacías feliz.