Tú sabías mi nombre, pero yo no sabía el tuyo.
Me gustó que me llamases Sam, recordé que llevaban sin llamarme así desde los quince años, y me entró nostalgia. Así era como me llamaba mi padre, mis amigos lo solían hacer, pero mucho tiempo hacía desde que me llamaban Sam.
El siguiente día volvimos a hablar. Era viernes y te vi un poco más cansada de lo habitual.
Me contaste que eras estudiante de medicina; y yo te dije que estudiaba derecho. Resultó que teníamos casi la misma edad, pero yo tenía un año menos que tú.
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Una Coca Cola para enamorar
Kort verhaal"Te conocí por casualidad, estabas tomando una Coca Cola" Él era el barman de un establecimiento más bien humilde, un sitio corriente en el que se servían bebidas de todo tipo. Ella era su cliente habitual...Y siempre pedía lo mismo: una Coca Cola...