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Llevaba trabajando en aquel establecimiento desde hacía casi dos semanas. Navidad se acercaba. Quedaban otras dos semanas y media. Otras festividades ya habían pasado. Te conocía desde mediados de octubre. El frío, la nieve, y la lluvia, comenzaban a arreciar; estábamos ya en diciembre...Quedaba una semana para que las calles comenzasen a estar más vivas, más alegres; con espíritu navideño.

Llegaste con el pelo y el abrigo cubiertos de nieve, y me pediste un té caliente; vi que te habías tomado lo de dejar la Coca Cola en serio...

Estuvimos hablando un rato, mientras sorbías tu bebida caliente, charlábamos sobre nuestros gustos en música, libros, cinematografía, etcétera.

Hasta que llegó él.

Roy apareció con un ramo de rosas de un tono anaranjado como el del melocotón. Eran tus favoritas, me lo habías contado.

Me revolví incómodo y te diste cuenta de que él estaba detrás de ti; no creí que fuese un mal hombre...Pero aún así...No sabría la manera de describirte cómo me sentí en aquel instante.

—Hola, Piper—dijo dándote las flores—. Siento mucho lo de la otra vez—se le notó tenso—. No debía haberte presionado...—dijo agachando la cabeza—. Y tampoco haberte dicho esas cosas...—Levantó su cabeza—. ¿Me perdonas?


N/A: ¡Hola (otra vez)! (^^) Gracias a todos. Quería agradeceros todo este apoyo <3.
Sólo llevamos ocho días, literalmente; ¡y ya vamos por 563 lecturas y 331 votos! Gracias ^^.

Una Coca Cola para enamorarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora