"Te conocí por casualidad, estabas tomando una Coca Cola"
Él era el barman de un establecimiento más bien humilde, un sitio corriente en el que se servían bebidas de todo tipo.
Ella era su cliente habitual...Y siempre pedía lo mismo: una Coca Cola...
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El invierno y todas sus festividades se acabaron. Triste y cruel realidad. Lo bueno era que quedábamos bastante para hacer cosas que en otro caso se llamarían "de pareja".
Ya estábamos en primavera, y era un poco gracioso verte estornudar todo el rato; pero obviamente, luego me disculpaba. Sería difícil tener alegría al polen, me acuerdo que de pequeño yo también era alérgico a las gramineas; por suerte, sólo me pasó por un corto periodo de tiempo en la infancia.
Viniste a la cafetería y te sentaste cerca de la barra como lo hacías usualmente. —Sam—me llamaste—. ¿Luego te puedo preguntar una cosa?
Asentí y seguí trabajando.
¿Qué me preguntarías? Eso no lo sabía con certeza. Sólo sé que te puse un par de galletas y querías preguntarme algo.
