Seguiste diciéndome detalles de cada familiar, cercano, tuyo. Dijiste que mejor que no me resultase raro si Courtney se ponía a cotillear sobre nosotros, si Adam se ponía a hablar sobre informática, Alexia se alteraba con los dulces, o Connor de comida. En general que cada uno de tus hermanos era diferente al otro.Estabas incluso más nerviosa que yo, cosa que llegué a pensar que era casi imposible. Te movías de un lado para otro en mi piso y las tablas del suelo rechinaban de vez en cuando. Escudriñando el suelo de madera.
Pobres vecinos de abajo.
Te disculpabas de vez en cuando; tu hiperactividad y tu nerviosismo eran lo que se necesitaba para que cualquier persona perdiese la cordura. Pero yo no sería cualquier persona.
Tú ya te habías cambiado; pero yo seguía con ropa informal, tampoco es que fuese vestido de gala, pero creo que la ropa de chandal no es la adecuada para conocer a tus "suegros" y demás posibles futuros familiares. Me puse una camisa y unos vaqueros, estilo casual, pero no era ropa de estar por tu casa. Tampoco es que quisiese dar la imagen de un señorito con ropa con clase, porque eso de actuar no era lo mío; y eso tú lo sabías muy bien. Tú te pusiste algo similar, pero en lugar de una camisa, te pusiste una blusa y recogiste tu cabello en una trenza.
Cuando al fin salimos de mi casa, me diste la mano y nos dirigimos a la casa de tus padres. A veces pensaba que tú mano encajaba perfectamente con la mía; como si estuviesen hechas la una para la otra...Eso sonaría muy cursi...Pero me daba igual decir cursilerías si se trataba de ti.
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Una Coca Cola para enamorar
Historia Corta"Te conocí por casualidad, estabas tomando una Coca Cola" Él era el barman de un establecimiento más bien humilde, un sitio corriente en el que se servían bebidas de todo tipo. Ella era su cliente habitual...Y siempre pedía lo mismo: una Coca Cola...