-¿En serio?-pregunté tras unos segundos y asentiste-. ¿Te gusta la comida asiática, incluyendo el sushi?Algo en tus ojos brilló. «¡Me encanta!» eso fue lo que exclamaste con emoción. Reí y te dije que a mí también me encantaba; en general toda la comida asiática me gustaba mucho, pero el sushi era de las cosas que me gustaban dentro de ésta.
Estaba apoyado en la puerta de salida de tu piso y tú estabas en frente de mí con una mirada adormilada.
-¿El sábado para cenar?-propuse y sonreíste-. ¿Te vienes a mi casa y cenamos comida asiática?
Dijiste algo como «Genial, Sammy». Entonces me despedí de ti dándote un par de besos en la mejilla.
Recordé ver bastantes fotos en marcos y algunas sin enmarcar apiladas o en álbumes; en algunas fotos salías sola, otras con tu mellizo; y ahí me di cuenta de que él tenía los ojos azules en lugar de pardos como pensaba que los tenía; él no se parecía mucho a tu padre, según tú, él es igualito a tu, ya difunto, abuelo. En otras fotografías salías con la mayoría de tu familia; era asombroso ver que era tan grande. Mi familia era más bien pequeña, sólo éramos, mi madre, Gianne, y yo.
¿Podría yo tener formar una familia como la habían formado tus abuelos o tus padres?
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Una Coca Cola para enamorar
Короткий рассказ"Te conocí por casualidad, estabas tomando una Coca Cola" Él era el barman de un establecimiento más bien humilde, un sitio corriente en el que se servían bebidas de todo tipo. Ella era su cliente habitual...Y siempre pedía lo mismo: una Coca Cola...