—Entonces...¿Ya puedo preparar la boda—preguntó Giann—, hipotéticamente hablando?
A veces parecía que mi hermana se ilusionaba más por cosas que me pasaban a mí, que yo mismo. Desde que habíamos hecho las paces, dormía mejor y el estudio no era tan duro. No tengo ni idea de por qué era, pero la verdad es que era así. Gianne había venido a pasar el día a mi casa; tú había ido al servicio para lavarte las manos, puesto que íbamos a comer; y ella ya estaba con sus hipotéticas teorías de que nos casaríamos, etcétera. Pero eso ya lo sabes, conoces bien a Giann.
—Si tú lo dices—dije sonriendo a mi hermana—. Te vas a cortar, enana—bromeé—. Si estás cortando tomates, no estés hablando como un loro.
—Amazona aestiva—corrigió mi, intelectual, hermana pequeña—. Da igual, ya sabes que puedo estar hablando y a la vez haciendo veinte cosas. Ya me conoces.
Eso era totalmente cierto. De vez en cuando mi hermana era una habladora, y lo mejor es que hacía todo lo que tenía que hacer entre tanto. Con lo cual lo de «haz, lo que sea, y cállate» no funcionaba con ella. La comida fue agradable, te llevabas muy bien con mi hermana, una suerte, la verdad. Pero para mi mala suerte, Giann te relató muchas situaciones embarazosas en las que había estado cuando era más pequeño. Para vosotras era divertido contar anécdotas un tanto humillantes que me habían pasado.
Como por ejemplo, caerme en la piscina de la casa de Martin. Y no con bañador. No. Con la ropa puesta. Por suerte me prestaron algo de repuesto. Cuando una ex-compañera del instituto me saludó por la calle, no me acordaba y le pregunté si nos conocíamos...O también, cómo olvidar cuando no leí que había que empujar la puerta y estaba tirando de ella. En fin, situaciones ridículas de ese tipo.
Por mucho que me avergonzasen esas situaciones, era bonito estar de nuevo contigo, y verte sonreír. Lo había echado de menos...Me había sentido bastante incompleto; por eso me hice prometer a mí mismo que no la volvería a fastidiarla.
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Una Coca Cola para enamorar
Storie brevi"Te conocí por casualidad, estabas tomando una Coca Cola" Él era el barman de un establecimiento más bien humilde, un sitio corriente en el que se servían bebidas de todo tipo. Ella era su cliente habitual...Y siempre pedía lo mismo: una Coca Cola...