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Te llamé un par de veces; pero no me contestabas...Puede que fuese porque estabas ocupada, que era una posibilidad ya que estábamos de exámenes y no tenías tu teléfono siempre a tu lado; o directamente me estabas ignorando.

Una semana había pasado desde que nos dimos nuestras distancias...Una semana en la que no me sentí precisamente animado. Mi querida hermana, vino a mi apartamento y no precisamente con actitud serena, más bien, agresiva. Me miró con seriedad.

—¿Qué narices te ha pasado, eh, tonto?—preguntó a la defensiva—. Estás hecho un excremento de animal.

—Qué eufemismo—dije con sarcasmo—. Se dice mierda, estoy hecho una mierda.

—En serio, ¿qué ha pasado?—interrogó un poco más afable.

—Me he peleado con Piper—dije—. Hay varios motivos...Se me olvidó ir a un evento importante para ella...A una cena...Y una chica que es camarera de un restaurante al que fuimos a cenar, me besó en el parque en el que había quedado con ella—me pegó una colleja—. ¡Ay! ¿Por qué el golpe?

—Eres un poco tonto—dijo—. A ver...¿Cómo se te ocurre quedar con una chica que no conoces de nada? Y también, deberías ser más listo, no eres un chico feo (aunque te lo diga siempre), y tienes novia, o por lo menos la tenías. ¿Cómo narices no te diste cuenta de que tiraba los cejos?

—¡Yo qué sé!—repliqué exasperado—. Normalmente, no le veo la "mala intención" a las cosas que me suceden.

No sé si es peor que te de un sermón tu hermana o tu madre; en mi caso, mi hermana era bastante bromista, pero en cuanto a sermones, se parecía demasiado a mi madre. Podía tenerte al teléfono más de dos horas echándote el sermón, y estando en persona, era bastante peor. Me estuvo sermoneando todo el tiempo, en el que en teoría, tendría que haber usado para comer. Por lo tanto, después del sermón de "no confíes en la gente que no conoces" o "eres muy tonto, ¿cómo puedes no enterarte de las miradas de ese tipo?", me puse a comer con mi hermana.

La cual se comió prácticamente mi comida, y me dejó a mí con un trozo de pan y un poco de ensalada que no se había comido ella. Su capacidad estomacal era como la de Luke, y seguía sorprendiéndome, aunque fuese mi hermana pequeña, con la que había convivido desde siempre; no dejaba de sorprenderme con hambre. Y luego para estar delgada...

En eso se parecía a ti; me recordó a aquella vez en la que nos comimos esas costillas...Fue un día memorable...Me di cuenta de que echaba en falta tu presencia; y como bien dijo Luke, haría lo que fuese para que intentar arreglarlo. Porque te quería y no quería tirar todo por la borda sólo por un malentendido.

N/A: Gracias por los 3K votos ^^. Esta historia ha sido una de las ganadoras de los PremiosTath2017, un concurso de tatymendez13 , gracias <3.

Una Coca Cola para enamorarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora