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Me presentaste a la pequeña, aunque yo la conocía de cuando hice de Papá Noel. Pero tú no sabías eso, y yo creo que la niña tampoco. Por unos minutos fuiste al baño con la niña para que se llevase las manos. Al volver del baño, te diste cuenta de que te habías olvidado una cosa; fuiste a por ella y me preguntaste si me importaba que Vee se quedase unos minutos conmigo, a lo que respondí que no importaba. Ella dijo que Papá Noel se parecía a mí; si ella supiese...Le pregunté fingiendo asombro si había conocido a Papá Noel.

—¡Sí, y hablas como él!—exclamó con emoción y abrió los ojos sorprendida—. ¿Tú no serás Papá Noel?—me quedé callado—. ¡Eres Papá Noel!

Reí nerviosamente. —Yo sólo le ayudo....Pero...¿Me guardas el secreto?—pregunté y ella asintió emocionada—. Gracias, peque.

—De nada—dijo tu sobrina—. Gracias por hacer que mi tía sea feliz—sonrió y le devolví la sonrisa cuando llegaste.

—¿Todo bien?—preguntó ella—. Gracias, Sam.

—¿Sam?—preguntó Vee—. Él no se llama Sam, se llama...

—¡Sammuel!—interrumpí antes de que dijese nada y me miró cómplice, siguiéndome la corriente.

N/A: #54 en historia corta, madre mía, qué rápido avanzamos ❤️😂. Todos adoramos a la pequeña Vee. ^^/

Una Coca Cola para enamorarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora