Problemas de integración

95K 6.9K 2.5K
                                    

El instituto CAN&FEL, más conocido como CAFE, es un proyecto de integración creado por el senador Kim. El objetivo es que todas las especies de las familias de felinos y cánidos puedan convivir pacíficamente. Muchos aún piensan que el senador Kim no es más que un iluso y un soñador, pero cuando propuso la creación del instituto, muchos hombres y mujeres influyentes de Corea se unieron a su proyecto e inscribieron a sus hijos en el instituto. Desde entonces, unos 120 hijos de políticos, artistas y empresarios, ya sean felinos o cánidos, omegas o alfas, de entre 14 a 20 años, repartidos en 6 clases de 20 alumnos cada una, por edades, estudian y socializan mientras luchan por resolver los problemas típicos de los adolescentes.

En el otro bando, la oposición del senador Kim, hay quienes opinan que cánidos y felinos no deben relacionarse de manera amistosa y mucho menos de manera amorosa, puesto que, ancestralmente, sus instintos los repelen. A día de hoy existen muchas parejas mixtas, pero aún hay quien lo considera aberrante. Cada especie es única, sus instintos y comportamientos varían mucho. Los leones, por ejemplo, son los únicos felinos que viven en manadas, por lo que son los que mejor se adaptan a convivir con ambas familias, por ello, muchos actúan como intermediarios y se dedican a la política, como es el caso del senador Kim. 

En este mundo loco vive Min YoonGi. Nada más cruzarte con él sientes que no es un híbrido cualquiera. Es un alfa de  tigre de Bengala. Su especie está en peligro de extinción, pero eso no afecta realmente a la vida de YoonGi. Lo que realmente le condiciona, es que los tigres son criaturas solitarias, completamente antisociales. A menudo, los alfas de felinos grandes, a excepción de los leones, tienden a aparearse con los omegas y abandonarles una vez están en cinta. Por esa razón, no son muchos los que se fían de los felinos alfas como YoonGi, a pesar de que él aún no ha hecho nada malo. Es sólo un muchacho que ha dedicado su vida a intentar ser un joven normal, pero no lo ha conseguido y está muy cansado de ello. Muy cansado. Y que sus amigos vayan parloteando en voz extremadamente alta, mientras caminan por el pasillo, no le ayuda demasiado a su permanente estado de sopor.

- ¿Dónde se habrá metido TaeHyung?

- Hope, de verdad, me das dolor de cabeza. - Le dijo llevándose la mano a la boca para bostezar. - Salgamos rápido, quiero tumbarme en el césped.

- Sí, recogemos a Jin en la enfermería y vamos para allá. TaeHyung sabrá donde estamos, siempre vamos al mismo lugar - Habló NamJoon, siempre tan conciliador y políticamente correcto, como su padre, el senador león Kim.

- ¿Eres consciente de que os meteréis en problemas si alguien se entera que estás intentando beneficiarte a un educador del instituto? - Preguntó HoSeok entre risas.

- Todo el mundo se enterará si sigues siendo tan ruidoso, lobito. 

- Todo el mundo lo sabe ya, Mon. Sois demasiado obvios. - Puntualizó YoonGi sin darle mucha importancia. NamJoon prefirió ignorar su comentario.

- Y déjame que te corrija, Hope. Jin no es profesor, está haciendo prácticas en la enfermería y como entrenador, así que no es tan grave. Igualmente sólo nos llevamos dos años. Además, mi verdadero problema no es que mis profesores se enteren de esto, mi verdadero problema será si mi tu padre se entera de que somos amigos. - Ambos rieron. Se reían, por no llorar. El senador Jung, el padre de HoSeok y alfa supremo de la manada más importante de Seúl era el opositor del senador Kim. El senador Jung estaba convencido de que el instituto de integración sería un fracaso y había enviado a su hijo a este para dar fe de ello. El problema era que, el resto de alumnos sabían quien era su padre y, no querían acercarse demasiado a él, algo similar le ocurría a NamJoon, así que, eventualmente, se hicieron amigos. Ironías de la vida. Habían incluido a YoonGi al grupo de aristócratas marginados, puesto que la empresa de la madre de YoonGi colaboraba con el padre de Nam y ellos se conocían desde que eran casi unos críos. Los tres alfas habían hecho buenas migas con el nuevo omega en prácticas, especialmente el león interior de NamJoon, y pronto lo añadieron a su grupo, ya que este sera demasiado joven como para hacer amistad con los profesores.

Iban camino a la enfermería mientras el pasillo estaba abarrotado de estudiante debido a que era la hora del descanso. A YoonGi le agobiaban mucho los espacios estrechos llenos de gente.  Los omegas tendían a apartarse del camino de los alfas, pero hasta los alfas se apartaban del camino de YoonGi, muchos por miedo, otros por odio, y eso le enfadaba, porque ninguno le conocía. El siempre alegre lobo era muy consciente de las expresiones que muchos le dirigían a YoonGi y sabía lo que él sentía.

- Hyung. -  Le cogió de los hombros y le colocó al lado de la pared para que no chocara fácilmente con los otros alumnos. Si no lo hubiera hecho, de nuevo irónicamente, el muchacho nervioso y despistado que caminaba en dirección en contraria no habría chocado con él. A pesar de que YoonGi no era especialmente alto ni corpulento, si un pequeño omega se chocaba con un tigre alfa, era como si chocara contra un muro. 

- Mira por donde vas, idiota. - Gruñó mientras el omega caía de culo al suelo. YoonGi ni si quiera le miró, y habría seguido su camino sin más de no ser por el codazo que le dio HoSeok.

- ¡Oye, Hyung! No seas así. - Le regañó mientras se agachaba para tenderle la mano al omega, el cual le miró dudoso. - No te preocupes cachorro, es que es un poco gruñón. - Alegó con su habitual perfecta sonrisa. 

- ¿Cachorro? ¿Por qué le dices así? - Preguntó YoonGi girándose hacia ellos. 

- ¿No te has dado cuenta? No tiene olor alguno YoonGi-Hyung, no está presentado. - YoonGi le miró extrañado y el omega bajó la cabeza avergonzado. - Es sólo un cachorro.

- ¿No es raro que no te hayas presentado aún? ¿Qué tienes 16 años? ¿No eres un poco mayor para ser un perro sin presentar? - Justo después de decir eso, YoonGi, el orgulloso y fuerte alfa de tigre, recibió una fuerte colleja en la nuca y de un omega nada menos. HoSeok y NamJoon no podían parar de reír.

  - ¿Cómo puedes hablarle así a un cachorro? - Le regañó Jin.

- Nunca he tenido demasiado tacto con los cachorros, será que lo llevó en mi naturaleza. - A YoonGi le dolió más decirlo que a los demás escucharlo. Eso era lo que todos esperaban de él, que no supiera cuidar ni de sus propios cachorros, que los abandonaría, seguramente sin conocerlos. 

- De entre todos los alumnos de este instituto, tú deberías saber mejor que nadie que hay excepciones cuando se trata del periodo de presentación. - Jin era un omega, pero era altivo y astuto como su condición de zorro rojo le instaba, no se dejaba achantar por nadie, ni si quiera por YoonGi, al que veía como un gatito gruñón. Luego de eso, NamJoon se dirigió al desconocido y despistado omega con el que YoonGi había chocado. 

- Mira chico, a pesar de ser un felino, que suelen tardan bastante en presentarse, este de aquí, llamado Min YoonGi... - Dijo rodeando a YoonGi por los hombros, cosa que no le agradó demasiado a pesar de que no le apartó. - ...se presentó a los 12 años. Menudo susto que nos metió. - Rió NamJoon. - Así que no te preocupes por eso.

- Yo... es que... - Fue lo primero que YoonGi le escuchó decir a aquel omega y no le sorprendió. Muchos omegas le hablaban así, llenos de miedo y vergüenza. Eso le fastidiaba.

- No te pongas nervioso. - Dijo HoSeok sonriente como siempre. - YoonGi es tosco, pero aún no se ha comido a nadie. Puedes empezar por tu nombre, cachorro.

- Yo...me llamo JiMin - Dijo inclinándose ante sus cuatro mayores. - Tengo 18 años. Y... no soy un perro. 


*¡¡¡No olvides VOTAR y COMENTAR!!!

Muchas gracias por leer.

Like Cats and Dogs. |YoonMin| |Omegaverse|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora