24. Novios... ¿secretos?

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Alec aclaró su garganta. Se sentía mareado, pero también aliviado. La sangre corría por sus venas como un coche de formula uno, todos los colores parecían brillar. Mientras salía por la puerta, se giró y miró a Magnus, quién le miraba con gracia. Dio un paso adelante y estiró al brujo hacia él. Magnus cayó sobre él, y Alec le besó. Fuerte, rápido, confuso, sin practica, pero con todo lo que tenía dentro.
(Extra de Ciudad de hueso)

* * *

POV ALEC

Un latido. Dos latidos. Tres latidos.

El semáforo sigue en rojo.

Siento su mirada.

Me empiezo a ruborizar.

¿Y si me salto el alto?

-¿Alexander? ¿Me escuchaste?

¡Maldita sea!

-Sí. Te escuché, Magnus.

Él se inclina un poco hacia mí. Me sigue mirando. El semáforo -maldita sea- no cambia. Su mano empieza a extenderse hacia mí, roza un poco arriba de mi rodilla con sus dedos y algo se enciende dentro de mí.

¡Cambia a verde ya!

-¿Alexander? -su voz sedosa, casi hipnótica. ¿De verdad este semáforo no va a cambiar?-. Sabes que puedes decir no, ¿verdad?

Miro al semáforo -que parece que está averiado-. A los niños. La fila de autos tras nosotros. Y, finalmente, a Magnus.

Sus ojos verde dorado fijos en mí. Perfectos. Con el brillo en sus párpados y el delineado oscuro que hace más felina e hipnótica su mirada.

Tomo una profunda respiración antes de hablar. -Escucha, Magnus -miro una última y esperanzada vez al semáforo, pero parece que está en mi contra-. También me gustas, pero es complicado. Eres el profesor de Rafa y yo nunca he tenido una relación seria, ni antes ni después de mi hijo. Hay tanto que tenemos que hablar. Y si no funciona, no quiero que sea incómodo para los niños.

El silencio se extiende. No aguanto más su mirada. El semáforo sigue en rojo.

Quiero gritar de frustración.

-Tienes razón. Hay mucho que tenemos que hablar...sobre...las madres de los niños, por ejemplo. Tienes que conocer a Ragnor y Cat, ellos son como mis hermanos y querrán conocer a mi novio...

Mi ceño se frunce. ¿Es que Magnus no escucha?

-...y sé que iniciar una relación teniendo hijos es complicado. Pero tú y yo estamos en las mismas condiciones. Así que nos entendemos. Yo ya amo a Rafa, y espero que tú puedas amar a Max.

-Yo sé que podría amar a Max. ¿Quién no lo haría?

Magnus hace una mueca extraña. Pero no dice nada.

-Y ese es el problema. Si Rafa se acostumbra a ti y Max a mí y la relación no funciona...

-Entonces somos dos adultos perfectamente maduros y los niños no saldrán afectados. Ellos seguirán siendo amigos y podemos seguirnos viendo.

Nos quedamos mirando fijamente un momento. Y cuando él me sonríe sé que estoy perdido.

-Podemos intentarlo.

Magnus grita un ¡Siii!

-¡Magnus, no grites.!

-Sólo para aclarar. ¿Intentar qué?

Gruño. -¿De verdad me harás decirlo? -él asiente sin perder la sonrisa-. Ser novios.

-¿Entonces eres mi novio, Alexander Lightwood?

-¿S-sí?

Con una gran sonrisa Magnus se inclina más hacia mí. Yo hago lo mismo. Y entonces...

Los sonidos desesperados de los autos me hacen notar que el maldito semáforo decidió cambiar ahora.

Dejo a Magnus y Max en su casa. Lleva a su hijo en brazos, así que es difícil terminar lo que empezamos en el auto.

-Te llamaré. Nos vemos el lunes. Saludos a Rafa cuando despierte.

Prefiero no decirle nada a Rafa aún. Puede ser un secreto por ahora, aunque unos cuentos mensajes me contradicen esa misma noche.

Magnus: Buenas noches, novio ❤ Me debes un beso 😘

Había olvidado su adicción.

Izzy: ¡Oh, por dios! Ya me enteré. Quiero conocerlos.

Jace: Izzy me acaba de informar...

Clary: Felicidades, Alec.

Simon: Izzy dice que le contestes o va a llamarlo ella misma. Ah, y felicidades. Vi su foto y es guapo 😉

¡¿QUÉ DEMONIOS?!




CONTINUARÁ...

😂😂 se corrió la noticia
Son novios, falta el beso...
No aman a ese semáforo? 😂

Hasta el siguiente! Gracias por seguir ❤

Papi y el profesor (malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora