60. El indicado 💕

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-¡No se vale! -era como la décima vez que Jace lo gritaba, mientras todos los demás -héroes y piratas- sólo reían.

-Ya supéralo -le dijo Simon mientras revisaba su celular. Los comentarios en facebook de Ragnor, el amigo de Magnus:

"Ese es mi sobrino" ponía en la foto donde Max y Rafa estaban sobre un Jace caído, ambos dándose la mano. Se había hecho la paz después de que el torturador de la princesa Clary muriera.

-¡Pero no soy ningún villano! A mí me dijeron que era de los buenos y volverían por mí.

Izzy miró sobre el hombro de Simon y se rió, contestó sin siquiera mirar a Jace haciendo pucheros. -Te mentimos -y no había ni un ápice de remordimientos.

-¿Tú también sabías de esto, Clary? ¡Estoy indignado! -y con eso comenzó a subir las escaleras, se detuvo al quinto escalón-. ¿No vas a venir detrás de mí, pidiendo perdón?

Las fuertes carcajadas de Clary, mientras llevaba sus manos a su estómago, fueron su única respuesta.

Después de otro sonido de indignación, Jace se fue.

-D-dime... Dime que... Dime q-que... Que grabaste eso -dijo Clary entre risas.

-¡Obviamente! -Simon sacudió su móvil.

Los tres, Izzy, Clary, y Simon rieron con el video. Izzy fue la primera en levantarse del sofá: -Voy a ver que los niños sigan dormidos y a llamar a Alec para decirle que pueden quedarse así si ellos quieren...

-¡Izzy! -el rubor de Clary resaltaba por sus cabellos.

Izzy sonrió ampliamente. -Oye, es decisión de ellos.

-Eso sería apresurado -dijo Simon, mientras subía el último video.

-Decisión de ellos -repitió Izzy.

* * *

Después de todo, la noche de baile había sido mucho mejor de lo que habían imaginado.

Alec nunca había besado -y lo habían besado- tanto en su vida.

No creía que el cuerpo de su compañero de baile y sus besos pudieran embriagarlo más que unos cuantos tragos de alcohol, pero lo hicieron.

Cada roce del cuerpo de Magnus con el suyo encendía sensaciones que ni siquiera sabía que existía.

Sí, había sido sensual, había sido excitante, un par de veces las manos se habían colado bajo la ropa, acariciando la piel de espalda y abdomen, masajeando los huesos de la cadera. Sus entrepiernas se habían rozado incontables veces. Lenguas enredadas en besos ardientes, acorde con el momento. Manos entre el cabello del otro, despeinando al ritmo de la música.

Bailes enloquecidos y risas de libertad. Abrazos felices cuando la última canción que bailaron sonó. Se separaron con una sonrisa, miradas brillantes, labios hinchados, mejillas enrojecidas. Alec arrastró, de la mano, a Magnus lejos de la pista, hasta la barra. -¿Un último trago?

-Por nosotros -brindó Magnus cuando sus bebidas llegaron.

Era casi media noche. Tenían que volver por los niños a casa de Izzy. Alec mordió su labio, recordando sus movimientos en la pista, no se arrepentía, pero ¿lo vería Magnus diferente por eso?

-¿Pasa algo, Alexander? -Magnus se acercó para que lo escuchara. Alec se estremeció al sentirlo cerca. No eran un par de adolescentes inexpertos, y se deseaban físicamente hablando -había quedado claro-, pero no quería que su primera vez con alguien que por fin podía ver en el futuro de él y de Rafa fuera apresurada, sólo por instinto físico.

Antes de que pudiera decir lo que pensaba, un texto de su hermana llegó:

Izzy: Los niños llevan horas dormidos. Si quieren tomarse la noche...

Alec se ruborizó tanto que incluso con las luces del lugar se notaba. Sintió y escuchó la risita de Magnus a su lado mientras leía el mensaje, lo tomó de la mano. -¡Vamos!

Alec sintió su corazón encogerse. -¿A dónde?

Magnus sonrió, besó su nariz y arrastró sus labios hasta su oído: -Por nuestros hijos.

La enorme sonrisa de Alec mientras intentaban llegar a la puerta del lugar era tan grande que dolía.

Estaba seguro que Magnus era el indicado.




CONTINUARÁ...

¿Saben que esta historia cursi tiene ya más de 80k de lecturas? Muchas muchas gracias ❤

Papi y el profesor (malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora