Papi y el profesor (malec)

84. En el viaje escolar

Te ayudaré. Pero por este siglo ya has agotado todos los favores de citas, y me debes una. Y si funciona, quiero ser la madrina de tu boda.
(Las crónicas de Magnus Bane)

* * *

Ragnor se estaba quejando de que por qué él tenía que estar ahí cuando era el grupo de Magnus y él podría estar ahora con Raphael.

Catarina estaba indicando a los niños que tuvieran cuidado y no entraran solos al mar. Ella entendía la importancia del favor que Magnus les había pedido, así que no se quejó. Ya le cobraría este fin de semana después...o siendo madrina de la boda. Cualquiera estaba bien.

Magnus y Alec iban de la mano, sus pies desnudos hundiéndose en la arena. Los niños no veían absolutamente nada de malo en eso y los únicos profesores eran amigos de Magnus, así que no había problemas con demostraciones de afecto.

Eso y que a Magnus no le avergonzaban sus preferencias y no iba a ocultar su relación, a estas alturas preferiría perder su trabajo que a Alexander.

Alec le sonrió ampliamente. Se veía tan feliz como sus hijos. Max y Rafa no dejaban de saltar e insistir a Ragnor para llevarlos a buscar conchitas. Ragnor se negó hasta que Rafa, con ojitos chantajistas, dijo "Quiero llevarle al tío Raphael". Así que, con un gruñido, él pidió al grupo de Magnus avanzar ordenadamente para ir a buscar las dichosas conchas.

Alec fue arrastrado con ellos.

Los únicos ajenos al grupo eran Alec y Max. Pero Magnus no iba a dejar a su hijo y Alec creía que iban a ir más padres, pudo haberse molestado, pero estaba demasiado feliz para hacerlo. No le importaba si su novio había mentido un poco, el lugar y la compañía eran perfectos. Podía fácilmente imaginarse un fin de semana solos los cuatro. Izzy tenía razón, pasaría sólo lo que ellos quisieran, no tenía que preocuparse. Sólo disfrutar.

Alec sonrió mientras Max y Rafa lo tomaban cada uno de la mano y avanzaban tras el grupo.

* * *

POV MAGNUS

Miro a mi hombre y mis pequeños hombrecitos avanzar tras Ragnor y mis demás alumnos. Probablemente habría bastado con pedir ayuda a uno de ellos, Cat o Ragnor, ya que no son muchos alumnos, pero tengo planes...

-Ya estás sonriendo como maniático, pareces el gato de Cheshire, Magnus. Me das miedo. Ya sabes, el gato de Alicia en el país de las maravillas, ese que...

-Sé cuál es, Cat. Y no estoy sonriendo así. Yo sonrió de un modo sexy y encantador.

-Claro, no tiene nada que ver con que tengas planes con tu adorable novio y que por eso Ragnor y yo fuimos arrastrados aquí

-Por supuesto que no -intento resoplar, pero mi sonrisa lo arruina-. O tal vez un poco. Pero cuando vi fotos de este lugar, no pude no imaginarme con los niños y con Alexander.

-Sobre todo con Alexander, ¿cierto?

Ignoro su tono. -¿Por qué no? El lugar es hermoso, vamos a acampar cerca de esta playa. Si tal vez un par de buenos amigos y profesores responsables cuidaran a mis alumnos, yo podría escapar un rato con mi sexy novio y tener una velada romántica aquí.

Ella se ríe a carcajadas. -Claro...si taaal vez eso sucediera.

Y ahora si me siento como el gato ese cuando engancho mi brazo al suyo y avanzamos para alcanzar al grupo. -Tal vez o ciertamente eso va a suceder. Detalles.

CONTINUARÁ...