Papi y el profesor (malec)

41. ¿Pastel o beso?

—Soy de exigencias altas. ¿Qué vas a hacer al respecto?
Él no podría, y no habría, molestado a Alec así hace unos años. Alec había  sido nuevo en el amor, tropezando con su propio terror a quién era y cómo se sentía, y Magnus había sido tan cuidadoso con él como sabía ser, asustado de lastimar a Alec y asustado de destrozar estos sentimientos entre  ellos, tan nuevos para Magnus como lo eran para Alec. 
—Esto —dijo Alec. Se estiró y tiró a Magnus hacia él por el frente de su sotana, inclinándose contra el marco de la puerta y atrayendo a Magnus lentamente para besarlo.
(Nacido para la noche eterna)

* * *

POV MAGNUS

Si la mirada de Alexander, su ceño y labios fruncidos son un indicativo, está por asesinar a Sofía...

Así que no sé cómo, pero logro quitármela de encima, darle un trozo de pastel, y correrla sutilmente -tal vez no tanto-.

Aunque ella insiste en que esto no ha terminado, y se va moviendo las caderas exageradamente, a mí eso me hace reír, pero Alexander gruñe.

-¿Quieres pastel, Garbancito? -pregunto, intentando calmarlo, y para molestar, creo que los motes cariñosos no le gustan demasiado.

Como mis lindos emoticonos.

Él se acerca tal vez demasiado, sus ojos entrecerrados, y yo miro para asegurarnos que nadie nota algo raro en su acercamiento y su susurro: -¿Ahora si me dices "Garbancito"? Pero frente a ella fui el "Señor Lightwood".

Eso me hace reír, y entonces sí nos miran, intento disfrazarlo con una tos que seguro no engaña a nadie.

-¿Estás celoso, Alexander? -dejo que mi mano resbale sobre la suya que está ahora apoyada en el escritorio.

POV ALEC

¿Celoso?

Pff. Obviamente NO estoy celoso.

Uno no se pone celoso de su novio, con quien acaba de empezar una relación, sólo porque una mujer le coquetea frente a él.

-¿Celoso? ¡Ja! -creo que mi risa no sale tan natural como la suya, no me importa-. No, profesor Bane, ¿por qué estaría celoso? ¿Tengo motivos?

Él me mira un largo momento. Sus ojos verde dorados fijos en mí, su mirada tan intensa que mi enojo empieza a evaporarse.

Su mano presiona la mía un momento y luego se va, su mirada se aparta, y empieza a partir otro trozo de pastel. Habla sin mirarme: -No los tienes, creí que había quedado claro ayer. Yo no soy infiel y si estoy contigo, Alexander...

De repente empiezo a sentirme culpable. -Magnus, yo...

¡Pero esto no es mi culpa! Maldita Sofía. ¿Es que siempre habrá mujeres tras Magnus?

Él sigue como si yo no hubiera dicho nada. -Ahora que ya lo sabes, puedes conocer a mis amigos hoy mismo. Ahora toma una rebanada de pastel y deja los celos o bésame y demuéstrale a Sofía a quién pertenezco... Tú decides.

Miro el pastel, que extiende hacia mí, y luego sus labios...

CONTINUARÁ...

Hoy no era día de actualización, pero aquí estamos 🙌
Esta historia quedó en segundo lugar para mini maratón, actualizaré dos días seguidos y luego uno no, y así... Sólo durante esta semana, espero que les guste ❤