75. Perfectamente imperfecto

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POV MAGNUS

La expresión de Alexander me da tanta risa que tengo que besarla con mi sonrisa.

-Me encantas -dejo una caricia en su mejilla suave antes de ir a la famosa pastelería.

-¿Por qué no dices nada? -le pregunto cuando hemos avanzado unas cuadras y él sigue en silencio, jugueteando con sus manos, sus mejillas tan rojas que dan ganas de pasar mis manos y boca por ellas.

-Debes pensar que soy tonto -lo dice un tanto apagado, aunque me da una media sonrisa.

Espero a llegar a la pastelería y haber estacionado, para hablar. -¿Por qué pensaría eso? Eres demasiado inteligente y culto, señor Lightwood. Llamaste mi atención por ser hermoso y ardiente, sí, pero también por cómo Rafa hablaba de su papá, lo hacía parecer un hombre perfecto, ahora sé que sólo decía la verdad.

-No soy perfecto -Alexander baja la mirada-. Es que...nunca he tenido relaciones, demasiado joven quise a Rafa, y el amor nunca fue prioridad y... Entonces llegas tú, y eres tan abierto, tan sincero, y yo...

-Tú eres perfecto y me encantas -quito mi cinturón para poder tomar su rostro y girarlo hacia mí-. Y no se diga más. Cada día conozco algo más de ti y me gustas todavía más. Está bien, no eres perfecto, y es esa imperfección la que me fascina. Iremos a paso lento tú y yo, aunque vamos en serio, que nuestras familias estén juntas ahora es la prueba...

Los labios de Alexander se fruncen antes de que él diga: -¿Ves? Tú eres perfecto, no me presionas, y soportas cómo soy. Y yo dudando si bromeabas con lo de liarnos aquí.

Alexander se ruboriza, claramente apenado, pero yo sólo puedo reír. Dejo mis manos acariciar su cuello, su pulso enloquecido. -¿De eso se trataba todo esto? Alexander, te deseo, porque eres hermoso también físicamente. Y el deseo es normal, pero no voy a apresurar nada, ya te lo he dicho. Aunque si quieres, podemos liarnos un poco aquí... ¿Beso? -mis cejas se alzan juguetonamente y él sonríe, su mirada baja a mis labios.

Pero antes de poder besarlo, un golpe en la ventanilla nos hace separarnos. El oficial de policía nos da una mala mirada...

Todavía riendo, con un Alexander ruborizado, y una multa por estacionar en lugar prohibido, entramos a la pastelería.

Alexander va a dirigirse hacia el mostrador, pero yo lo detengo cuando veo algo mejor. Se lo señalo, sus ojos se iluminan y sus labios se curvan, pero después cambia a una expresión seria y niega.

-Por favooorrr -intento imitar el tono y la mirada de chantaje de nuestros hijos.

-No, Magnus. Todos están en casa esperando y...

-¡Por favor!

-Magnus...

Acerco mis labios a su cuello, mis manos atrapan su cintura. -Por favor, sé que quieres...

Alexander se separa abruptamente de mí cuando su cuerpo se estremece. -Bien, pero rápido, Magnus. No vas a probarlos todos.

Yo miro los pasteles en el área de pruebas y le guiño. -No prometo nada, ahora vamos, novio.

Esto va a ser divertido.

* * *

Mientras tanto, en casa de los Lightwood, Clary intentaba consolar a Jace sin reírse.



CONTINUARÁ...

Papi y el profesor (malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora