Papi y el profesor (malec)

76. Combinación perfecta

-Jace, basta -Clary seguía diciendo, mientras pasaba su mano por su espalda.

Jace seguía lamentándose porque lo llamaba "Trace" el novio de Alec, ¡Y Alec no le decía nada!

-Jace, sólo es una broma. Magnus le dice "Sheldon" a Simon y él no vino a encerrarse a una habitación.

-Simon no me importa -murmuró Jace contra la almohada-. Simon no es hermano de Alec, yo sí.

Clary mordió su lengua para no decir que era adoptado.

-Alec debería defenderme. Yo siempre fui el más importante para Alec, su mejor amigo, su todo. Y ahora tiene novio y tengo que decirle que hay una emergencia en la empresa para que vaya.

-Jace, estás exagerando y no es correcto mentirle así a Alec, sabes que se preocupa mucho por la empresa.

Jace sólo gruñó.

-Espera... -Clary no pudo evitar una risita-. ¿Estás celoso?

-Pff. Claro que no. ¿Yo? ¿Por el novio extravagante y olvidadizo de Alec? Pff -Jace siguió resoplando.

* * *

-Magnus, la gente nos está viendo -Alec sentía sus mejillas muy calientes.

Magnus sólo siguió tomando un pedazo de tarta de chocolate y acercó la cuchara a su boca. -Es porque eres hermoso y opacas los pasteles.

Alec abrió su boca, sorprendido por el comentario, y Magnus aprovechó para introducir la cuchara. -¿Rico?

Alec le dio una mala mirada que no duró mucho porque. -Mmm...está delicioso.

-Lo está -pero Magnus no veía el pastel, miraba a su novio-. Déjame probar.

Alec le tendió la cuchara, pero Magnus la ignoró y acercó su rostro al de su novio. -Mmm... Voy a probar la combinación mejor. La dulce tarta y mi perfecto novio.

Lo último que vio antes de cerrar los ojos y besarlo fue a Alec completamente ruborizado.

Pero no se quejó ni se separó del beso. Lo regresó con la misma mezcla de dulzura e intensidad que Magnus ponía en cada roce de labios, cada mordida, en el choque de sus lenguas. Las manos se aferraron al otro. Fue uno de esos besos en que olvidas que hay un mundo fuera de los dos...

...hasta que alguien carraspeó.

Magnus gruñó un "¿Es en serio?"

¡Si sólo se estaban besando!

-¿Ahora qué?

* * *

-Tengo hambre -dijo Raphael-. Deberíamos comenzar ya. El rubio y su esposa parece que no van a volver. Y Magnus...

-¿Mi papi no va a volver? -preguntó Max.

Ragnor se rió. -Claro que sí. Lo que Rapha quiere decir es que va a tardar.

-¿Por qué? -está vez fue Rafa.

-Porque, niño de nombre bonito -Raphael le dijo-, van juntos esos dos y...

-¡Vamos a comer mejor! -fueron Cat e Izzy.

Pero Raphael decidió que ya no tenía tanta hambre. -¿Por qué? ¿No los íbamos a esperar?

Ragnor se rió, le dio un golpe juguetón, y luego besó su mejilla. -No seas malo, Rapha.

-Yo no soy malo. Papi siempre dice que soy niño bueno.

-Mi papi me dice Arándano y a veces Monstruo -le dijo Max a Rafa.

-Yo le hablaba a él -Ragnor señaló a su novio.

Rafa frunció el ceño. -Pero el no es malo, dijo que puedo llamarle "Tío Rapha" y le gustan las historias de vampiros. Tío Simon dijo.

Max abrió sus ojos enormes. -¿Y si nos cuentas una historia mientras esperamos?

No esperó respuesta, se lanzó sobre ellos. Igual que Rafa, después de dudarlo un momento.

-Tengo hambre -Raphael intentó quitarse a los niños de encima. Miró por ayuda. Cat e Izzy sonrieron. El tal Sheldon se veía igual de emocionado que los niños. Ragnor, el muy traidor, dijo: -Cuéntanos una historia. Ya que quieres esperar a Magnus, tenemos tiempo.

CONTINUARÁ...