III

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El ambiente se hizo completamente silencioso, ni siquiera el carraspeante sonido de los pinos siendo agitados por el viento cortaba este silencio abrumador que se había provocado en tan solo unos pocos segundos, todo se había detenido en el momento en que mis ojos se cruzaron con todos estos hombres vestidos de una manera diferente a la que los guardias y soldados lo hacen en el pueblo. Todos ellos parecían ser un grupo de expedición o caza que ciertamente no eran de por aquí.

Tragué duro y el miedo entraba en estado de ebullición dentro de mí, como una gota de colorante cayendo en un vaso de agua... Tiñendolo todo de forma lenta y pausadamente... Un sudor frío recorrió mi espalda, todo esto era inevitable... Eran tantos contra solo yo, un pequeño omega. Sentí que nada bueno saldría de todo esto.

Más aún con ese maldito olor que no hacía más que alborotarme, quería correr y encontrar la fuente de mi repentina desesperación porque me estaba volviendo loco el aroma... Era algo nuevo y repentino pero yo no estaba para hacer movimientos en falso, al menos no teniendo a ese escuadrón frente a mi... Solo mantenía mi vista fija en esos hombres, esperando a poder a hacer algo.

Bajen las armas— Dije de manera fuerte e imponente como le oía hablar muy seguido al rey alfa pero yo sabía que no los intimidaba— Este es territorio de mi familia, ustedes no han sido invitados.

Pero ninguno de ellos parecía querer escucharme y me alteré cuando oí un caballo venir desde la parte de atrás hasta adelante hasta posicionarse frente a esos hombres y estar cerca también de mí, era un caballo blanco bastante hermoso que era montado por un hombre de cabello negro.

—¡Quieto!— Le dijo a su caballo para que este se detuviera, al mismo tiempo en que movía sus correas para domar al hermoso animal— Eso es... Buen chico.

Esa voz... Era linda.

Aquel hombre me miró con una sonrisa de lado, pude ver su rostro, su piel se veía ligeramente tostada, lo más probable que debido al fuerte y gran sol al que tenía que hacer frente, sus facciones eran delicadas y finas, tenía una nariz muy bonita y unos labios muy rosados, no eran grandes ni pequeños, eran del tamaño justo... Su cabello levantado y algo alborotado dejando ver su frente que se veía con leves gotas de sudor.

Mi respiración se hacía corta y pesada... Me costaba incluso pasar saliva ante la imagen de ese alfa... Y mi lobo de nuevo, rasguñaba con recelo, no lo entendía, es primera vez que lidiaba con mi lobo... Y al parecer se está sintiendo intimidado.

—¿Quienes son ustedes?— Le pregunté duramente mientras sentía su dura y profunda mirada puesta en mi— ¿Que hacen en el territorio de los Kim?

—Vengo de visita, pequeño omega— Dijo al momento en que acariciaba con amor a su caballo, el solo acto me hizo remover sigilosamente— Vengo a ver al rey... Y a su linda familia.

No podía evitar ver a ese extraño, contemplarlo y observar cada uno de sus movimientos tan espontáneos pero muy llamativos, sentía que el mundo se detenía y el sudor recorría mi frente haciéndome sentir débil ante su presencia. Sus ojos buscaban los míos y podía sentir el tenso ambiente que fue interrumpido y cortado se raíz  por otro caballo galopando fuertemente hacía nosotros... Quien, al igual que este joven, vino desde atrás para alcanzarnos.

Un caballo negro llegó a nosotros, un caballo que era montado esta vez  por un hombre mayor de cabello verde, se colocó frente a mi mientras arreglaba su cabello que se había movido con violencia gracias al viento y tapaba indiscriminadamente sus ojos.

—Me presento... Soy Yoongi— Habló mientras sacaba un pequeño pergamino de un tubo que venía colgando de su cinturón y me lo entregó con sumo respeto— Y tengo conmigo el permiso para poder entrar a este pueblo con el joven.

Past Lives: Destiny || Hopev «Omegaverse» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora