LXXVI

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Cuando estuve un poco más tranquilo, después de aquella conversación con Jungkook, decidí que ya no quería estar más en esa habitación, el efecto de aquel brebaje ya no existía más en mí y me sentía mucho mejor. Salí de aquella habitación y la situación en el palacio no era la mejor, habían muchos hombres corriendo de aquí hacía allá, gente entrando y saliendo de distintas habitaciones y no podía pasar por alto la atmósfera pesada. Y era un poco entendible, yo no era el único que estaba siendo atendido después de todo.

Respiré profundo y agradecí que la gente me pasara por alto, caminé con pasos temblorosos por todos los lugares, el palacio no era muy grande, así que no estuve perdido por mucho tiempo, llegué al que parecía ser el salón, el cual tenía a mucha gente herida también, busqué por Hoseok y mi tío Yoongi los cuales parecían estar conversando a lo lejos... Ambos estaban sentados en la camilla improvisada donde antes estaba recostado el alfa de cabello verde, ambos estaban conversando, además de estar tomados de las manos.

Pensé que era muy bueno que Hoseok pudiera estar con él tío, después de todo, ellos tenían una relación tan grande y estrecha, más que yo con él... Y había visto lo afectado que ese alfa había quedado después de todo lo que ocurrió con el rey, él realmente necesitaría un soporte y estoy seguro que Hoseok es él indicado.

Mordí mi labio tratando de disipar ese pensamiento melancólico y triste que me atacaba una vez más... Respiré profundo mientras mis ojos se aguaban un poco, me di la vuelta con disimulo para que nadie pudiera verme y limpié apresuradamente mis lágrimas tratando de esconder mi pena. Simulé una rápida sonrisa, arreglé un poco mi ropa y cabello y caminé con los pasos más seguros que pude hacía aquellos alfas.

Tal parece que Hoseok sintió mi presencia desde mucho antes porque se dió vuelta repentinamente, nuestros ojos conectaron y un poco nervioso sonreí tratando de verme tranquilo, en un segundo él se levantó y en un pestañeo tenía mi cuerpo siendo apresado por sus brazos, aquel cálido y repentino contacto hizo que me sorprendiera pero luego de unos segundos una pequeña sonrisa se dibujó en mis labios, con mis brazos correspondí aquel abrazo mientras me dejaba llevar y caía rendido por el hombre a quién más amaba en esta vida. Mis manos pasearon por su espalda con la simple necesidad de tocarlo y sentirlo, sentir que estaba aquí ahora conmigo. Sentir que él no me había abandonado.

Él por su parte apoyó su mentón en mi cabeza mientras su abrazo quería hacerse más fuerte pero bien sabía él que debía controlar su fuerza conmigo. Fui dejando pequeños besos en su cuello, besos que anhelaba tanto, quería sentirlo, besarlo, abrazarlo... Sentir que ese es el lugar donde pertenezco, el lugar que tengo para regresar cuando todo a mi alrededor es caos y tempestad.

Quería sentirme amado por Hoseok ahora más que nunca.

—Te amo Hoseok— Confesé de la nada y mis lágrimas empezaron a correr sin control, mi voz se quebró en miles de pedazos mientras yo seguía besando con esmero la piel expuesta de mi alfa— Te amo tanto mi amor... Te amo, te amo.

Seguí repitiendo mientras más difícil se me hacía poder decirle aquellas palabras, Hoseok se separó un momento para mirarme a los ojos pero yo los cerré, incapaz de poder mirarlo a los ojos, me sentía débil de un momento a otro. Sus manos fueron a parar a mi rostro, tomándolo con seguridad, elevando mi vista pero yo seguía cerrando mis ojos con fuerza y tratando inútilmente de mirar a otro lado.

—¿Qué pasa, Taehyung?— Preguntó él ahora mientras su preocupación se hacía palpable a cada segundo— Mírame, bebé ¿Qué está mal? ¿Qué pasó? ¿Le pasó algo a nuestros cachorros?

Y ahora era yo quién negaba eufóricamente con mi cabeza mientras hipaba en busca de aire, las ganas de seguir llorando eran cada vez más grandes. Y es que era ese pensamiento fugaz que atravesó mi mente al pensar que debía hacerle saber a Hoseok que lo amaba, no sabía con seguridad cuanto tiempo nos quedaba, nunca podíamos estar seguros, no ahora que mi padre había dejado este mundo de manera tan repentina. Eso me mataba, me hacía trizas por dentro porque yo no quería que él me dejara, yo no podría resistirlo cuando es la única persona que queda conmigo.

Past Lives: Destiny || Hopev «Omegaverse» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora