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Estaba completamente animado y contento viendo el exterior y el cielo desde la terraza de mi habitación, nuestro castillo aparte de ser hermoso por dentro y tener una fachada increíble y mágica, tenía una ubicación hermosa... Nuestro castillo estaba ubicado justo arriba de una de las más altas montañas de este vasto y llano gran pueblo.

Este era gigante cómo de cuento de hadas y tenía muchas habitaciones para todos los trabajadores y sub ordinados pero la mía en específico estaba en lo más alto, en la última torre y tenía una terraza en la cual todas las noches o a veces en los días cálidos como hoy me sentaba a sentir la brisa cosquillear en mi piel y el sol entibiar con poder mi corazón.

El sol, éste bello sol iluminaba a más no poder creando un contraste fabuloso con la brisa fría que transitaba silenciosa por el lugar.

Miré hacía arriba pero debido a los rayos del sol tuve que entrecerrar un poco los ojos... Amaba el sol, porque brillaba con tanta intensidad que hasta era difícil vislumbrarlo bien.

Estiré un poco mi brazo por sobre mi cabeza, abrí mi mano justo para tapar el sol con ella... Me creaba una pequeña sombra, aunque no lo suficiente, pequeños rayos se colaban por entre mis dedos deleitándome con el esfuerzo que ejercía para poder abrir por completo mis ojos y fallando en el intento.

Dejé escapar una pequeña risa y me rendí, hoy el sol no me la pondría fácil.

Sacudí mis hombros restándole importancia y rápidamente corrí de nuevo a mi habitación cerrando la puerta de la terraza en el proceso. Fuí y rebusqué en mi closet ropa más decente para poder presentarme frente a mis padres.

Logré encontrar y sacar las ropas que necesitaba, fruncí el ceño mientras veía esos apretados pantalones blancos de tela, esa especie de corsé negro que se asemejaba al que usaban las mujeres para entrar en esos vestidos grandes y gordos sólo que éste no era tan apretado... Veía la camisa blanca de seda con detalles en el cuello parecidos a un acordeón con dos tiras de telas pulcramente colgando, se asemejaba a un corbatín, además de aquel saco que complementaba lo formal del traje... Demasiado elegante para mi.

Pero yo era el hijo de los reyes y debía comportarme como tal.

Me quité mis ropas que traía puestas, mis trapos como lo llamaba mi papá, aquel pantalón holgado café con manchas de tierra y otras cosas, que me llegaba un poco más abajo de mis rodillas y aquella camiseta igualmente ancha, con algunos agujeros en ella y los reemplacé por esa ropa lujosa y de la alta sociedad que no me gustaba para nada.

Me sentía incómodo y apretado pero de todas formas, después de unos momentos tratando de entrar en las prendas, salí de mi habitación y bajé las escaleras dispuesto a buscar a mis padres... Corrí feliz por los grandes y largos pasillos mientras tarareaba aún más feliz una canción, seguí mi gran camino saludando a cada persona con la que me cruzaba, incluso aquellos trabajadores que estaban arreglando la decoración del salón de eventos.

Hasta que por fin llegué a la cocina donde papá estaría esperándome.

Papá!- Grité entusiasmo mientras corría hacía a él y lo abrazaba con entusiasmo y cariño- ¡Huele delicioso!

-¡Kim Taehyung!- Me reprendió al momento en que empezaba a arreglar mi camisa y todas mis ropas- ¿Que te he dicho sobre tener cuidado al vestirte?

Lo miré estirando un poco mis labios y formando una curiosa "o" con ellos, entonces sonreí y dejé escapar una risa pequeña, papá arreglaba mis ropas con entusiasmo y concentración hasta dejarme correctamente vestido.

-Eso es, ahí está mejor- Susurró satisfecho mientras dejaba un beso en mi frente- Te he enseñado a hacer de todo y efectivamente todo lo haces bien... Excepto vestirte correctamente.

Past Lives: Destiny || Hopev «Omegaverse» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora