LXXIV

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POV Hoseok.

Estaba llegando a mi límite, me sentía frustrado, decaído, desesperado e incluso furioso, tenía en mis brazos a mi omega quién lloraba desconsolado, era capaz de sentir sus estremecimientos debido a la fuerza que ejercía, sus respiraciones profundas pero erráticas y sus intentos fallidos por decir algo.

Apenas había podido deshacerme de esos hombres que nos atacaron de esta forma tan violenta, corrí con todas mis fuerzas a su encuentro, a consolarlo.

Pero desde que Taehyung lleva consigo mi marca, sus sentimientos se hacen más y más profundos en mi, soy capaz de sentirlos como si estos fueran míos y sentía como la pena y el desconsuelo se adherían a mi corazón y lo peor era que no podía hacer nada por él.

Impotente de no poder retroceder el tiempo y evitar todo esto, sólo me quedó abrazarlo con todas mis fuerzas, tratando con eso de quitarle cada una de sus penas y preocupaciones, hacerlas mías, arrebatarselas y protegerlo de cualquier mal.

Vi la unión de su mano con la de su padre y mi corazón saltaba en agonía... Quería creer que era por el dolor de Taehyung... Quería creer.

—Tranquilo, mi amor— Dije con mi voz entrecortada y lo más suave posible, dolía el solo tener que mediar palabra y me pregunté ¿Porque dolía tanto? De todas formas, quería tratar de calmarlo en base a palabras, en base a mi voz— Tranquilo bebé, todo estará bien... Tranquilizate por favor... Escucha mi voz y tranquilizate.

Sentía débil sus palabras, le costaba hablar y eran débiles susurros que impactaban en la piel de mi cuello, estába en dolor, temí que una crisis nerviosa le atacara y no poder detenerla... Yo nunca había visto a Taehyung tan herido como ahora.

—A-Ayúdalo— Dijo respirando exaltado y sin dejar de llorar, ahora lo hacía más fuerte que nunca al poder mediar palabra— Ayúdalo por favor... Alfa, no lo dejes morir.

Cerré mis ojos ante tal petición y besé su frente mientras rápidamente lo alejaba un poco de mí, sintiendo su falta y calor inmediatamente. Miré por primera vez el cuerpo del hombre herido, el cuerpo del rey.

El cuerpo de mi padre.

Vi como la tela de su pulcro traje, de esos que él solía llevar, yacía ahora sucia con tierra, polvo y una gran mancha roja de sangre en su pecho.

La cuchilla clavada tenía mal aspecto y pensé que él tuvo mala suerte, él fue desafortunado... Si tan sólo el hombre que lo atacó hubiera dado en su corazón o en un punto vital... El rey no estaría sufriendo como ahora.

Por muy cruel que parezca... Una muerte instantánea es mejor que un dolor eterno hasta el último suspiro.

Tragué duro y desabotoné su camisa, mis dedos estaban temblorosos y me negué a mirar su rostro, si lo hacía... Sentía que colapsaría... La debilidad me atrapó derepente, causándome dudas de lo que estaba haciendo... Rápidamente y sin más cavilaciones dejé al descubierto su pecho, pálido y frío.

Solo para ver que la cuchilla estaba enterrada hasta su empuñadura.

La imagen era aterradora, sencillamente tenebrosa y los sollozos fuertes a mi lado no ayudaban a hacerme una idea más esperanzadora, fue cuando noté que el rey llevaba también una flecha clavada en un costado de su abdomen, él había sido herido con anterioridad y la sangre que estaba perdiendo era muchísima... Quitar la cuchilla podría tener el riesgo de dar con su corazón o un punto vital.

De una u otra forma, terminaríamos matandolo.

Mordí mi labio inferior, queriendo pensar de una forma... Queriendo salvarle la vida a toda costa incluso cuando pensé que este hombre no podía importarme menos... Fue entonces que sentí la llegada de mi tío, quien enseguida se arrodilló al otro lado del rey mirando también el estado de su herida.

Past Lives: Destiny || Hopev «Omegaverse» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora