LXXVII

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POV Seokjin.

Había perdido cualquier sentido desde el momento en que había puesto un pie en este palacio, desde que me atreví incluso cuando mi respiración parecía no querer estabilizarse y mi corazón dolía de una manera tan insana que sólo quería arrancarmelo con ambas de mis manos, sabía que yo no debía hacer esto, sabía que el temblor en mis piernas me haría caer pero aún así, incluso arrastrando mis pies caminé hacía esa pequeña cama que cubría algo con aquella fina manta de ceda.

Resbalé de sólo pensar lo que encontraría ahí y agradecí que Kookie hubiera estado conmigo para evitar que cayera de bruces al suelo, lo primero que imaginé fue a mí, arrastrandome con tal de llegar hacía esa cama improvisada... Porque no sabía si podría aguantar mi propio peso, no sabía si era capaz de llegar por mi mismo hacía él. Estaba nervioso y mis ojos estaban hinchados de tanto llorar, negué con mi cabeza porque yo era incapaz a estas alturas de creer que el cuerpo que escondía esa tela, era el de mi alfa... Mi Joonie.

No podía ser cierto.

Temblores que me hacían doler el cuerpo entero me atacaron, casi como si todos mis huesos estuvieran siendo quebrados al mismo tiempo... Las palabras de mi pequeño Kookie eran casi inaudibles para mi en estos momentos, un pequeño pitido en mi oído me estaba molestando, mi boca seca y mis ojos doliendo... Yo estaba fuera de mi mismo al momento en que llegué a esa cama.

Me quedé de pie, simplemente mirando mientras Kookie tomaba una de mis manos apretandola con cariño y entregándome la fuerza que necesitaba... Empecé a respirar rápidamente y con dificultad.

Papá, tranquilícese— Había pedido mi pequeño con bastante preocupación, podía sentir como Kookie trataba de hacerse el fuerte, lo conocía más que nadie y sabía cuanto estaba tratando de controlarse porque él estába igual de destrozado— Estoy aquí... Con usted.

Sentí mi labio temblar repentinamente, debido a mis intentos fuertes en no mostrarme devastado frente al pequeño alfa pero ciertamente era imposible. Con mi mano libre igual de temblorosa, tomé la pequeña tela brillante que tapaba a la persona frente a mí. Tenía que mirarlo, tenía que reconocerlo, incluso cuando ellos ya me habían dado la noticia, gritaba internamente para que la persona que estuviera aquí no fuera Nam... Él no sería mi amado esposo, no lo sería.

Empecé a temblar más aún debido a la incertidumbre, el miedo y la desesperación, tomé una fuerte respiración y me dije que debía hacerlo... Tenía que hacerlo porque yo soy el omega del rey alfa y soy fuerte, debo serlo para que nadie pase sobre mí... Porque yo quería ser el omega perfecto.

Mordí mi labio y sin ninguna cavilacion deslice la tela, aquella como si en cámara lenta hubiera dejado al descubierto aquel rostro que pude mirar toda mi vida, aquel rostro que anhele cuando era un adolescente, aquel rostro de la persona que amo.

Solté con violencia la mano que mi hijo tenía sujetada a la mía y llevé ambas de estás a mi boca, repentinamente sentí un peso mortal sobre mí, como si el cielo arriba nuestro se hubiera caído en mis hombros, mi respiración no encontraba su ritmo y el pecho me empezó a doler de manera en que respirar era un martirio... Mi garganta quemaba y sentía que me volvería loco.

Cerré mis ojos.

Pero empecé a perder la cordura con ello, mis uñas se enterraban en la piel de mi rostro debido a la fuerza incontrolable que estaba usando para no romper en llanto... Las lágrimas parecían ácido corriendo por mis mejillas, pequeños sollozos que nunca pude retener hacían eco en esta sala gigante.

Entonces no di más... Perdí el rastro de fuerza que tenía.

Y como no perderla, si la persona que me daba esa fuerza se fué... Se fué llevándosela con él. Llevándose un pedazo de mi alma y me corazón con él.

Past Lives: Destiny || Hopev «Omegaverse» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora