LX

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—Mío.

¿Como puedo describir lo que estoy sintiendo ahora mismo?

Con mis ojos cerrados, respirando como si la vida se me fuera en ello... Mis pensamientos corriendo velocidades inhumanas con tal de mantenerme cuerdo, aquella corriente eléctrica, caliente y devastadora que recorría sin ningún atisbo de piedad cada célula de mi cuerpo haciéndome perder la razón, estába volviendome loco de una manera estridentemente violenta... Veía el cielo y el infierno en un microsegundo, mis nervios saliendo a flote diciéndome a gritos que esto realmente estaba pasando, el aliento tibio de mi alfa chocando contra mi piel y el deseo ardiente, prendiendo en fuego nuestra burbuja, quemándolo todo, solo dejando cenizas a su alrededor... Causando estragos en nosotros dos, eliminando la duda, eliminando el miedo, dos almas que esta noche se juntarán, se harán una a través de las injusticias.

Un leve soplo de viento... Un respiro... Una mordida.

Mis ojos apretandose con fuerza, mi boca entreabriendose, secándose ante la expectativa, mis manos hechas puño apretando con fuerza la ropa de mi alfa mientras un pequeño quejido de dolor escapaba de mi garganta y el sudor bañando mi espalda . Era como estar en el paraíso eterno de la vida después de la muerte... Era como bañarse en el lago cristalino de la divinidad y la felicidad duradera.

Era la vida que diligentemente estaba buscando.

Quería que este momento durara para siempre y él también así lo quería, sus dientes aún unidos a mi antes, prístina porción de piel, mis manos recorriendo con leves temblores, ésta vez, la fina capa de ropa que cubría su cuerpo, inmerso en sensaciones y emociones, su lengua degustando ahora el lugar que le pertenecía a él, solo a él, que debió pertenecerle desde el primer día en que nuestros ojos se encontraron y yo... Yo siendo un simple devoto a la maravilla que significaba ser su omega, su verdadero omega.

El lazo estaba hecho y nuestros lobos lo sabían.

Abrí lentamente mis ojos esta vez, sólo para encontrar el rostro de mi alfa... ¡Oh mi bello alfa! ¿Cuánto tiempo he esperado por ti? ¿Cuánto tiempo has esperado por mí?

No me negué a llorar, esta vez no lo haría porque no recuerdo el día en que las lágrimas que caían por mis ojos en una bella danza desesperada, como el canto puro y cristalino del agua en una bella catarata... Eran de la más pura y sublime felicidad. No me prive de ello. No esperé a simplemente secarlas y hacer como si nada ocurriera.

No, está vez me dejé llevar... Está vez lloré de felicidad.

Y como si mi alfa hubiera leído mis pensamientos de una forma hermosa, la más hermosa de todas, él se unió a mí, llorando y riendo porque ambos sabíamos que el tesoro más profundo que podrían guardar nuestros ahora, destellantes corazones, eran los recuerdos de nuestra unión. Sus ojos brillaban más que nunca y ya no era una galaxia profunda la que veía en ellos... No, ahora era yo brillando más que el mismo sol.

Sin poderlo evitar llevé mis manos a su rostro, mis manos temblaban, temblaban con el deseo de poder ahora tocar a mi alfa... Como si no lo hubiera hecho antes, como si de mi naciera un nuevo yo, todo se sentía nuevo y nunca experimentado... Y cuando lo toqué, pensé que me moriría.

Curioso.

Torpemente y con lentitud tracé mis dedos sobre ese rostro maravilloso, deleitándome con la suavidad y calidez de su piel. Reí... Reí porque hoy, hoy había nacido otra vez.

—T-Tuyo.

Aquel susurro que pensé destrozaría mi garganta al sentirla seca, no hizo más que hacerme sentir reconfortado, su sonrisa, aquella sonrisa que ahora se sentía incluso más real, pura y llena de positivismo que antes me dijo que habíamos hecho lo correcto, que perdimos un tiempo valioso teniendo miedo, siendo presos de nuestros temores... Que por poco y nunca hubiéramos podido disfrutar de lo que es el amor verdadero... Porque nuestro destino estaba escrito desde la creación... Por qué en los siglos infinitos nadie podrá jamás borrar el destino que han creado para nosotros.

Past Lives: Destiny || Hopev «Omegaverse» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora