Past Lives: Destiny || Hopev «Omegaverse»

XII

La verdad sea dicha, me sentía con ganas de correr muy lejos por lo último que había dicho, sobre todo viendo que frente a mi se encontraba un muy avergonzado Hoseok que no había mediado palabra alguna en más de un minuto.

Estaba esperando por una respuesta con mis mejillas ardiendo en vergüenza, un deseo descontrolado y el arrepentimiento repentino fluyendo por mis venas.

¿Había dicho algo malo?

El canto de los grillos y algunas luciérnagas que se paseaban cerca de nosotros, era toda la compañía que teníamos, incluso la luna nos había abandonado el día de hoy, en el cielo era imposible verla y más que eso... Era como que los planetas o quizás los astros se alinearon para que esto ocurriera... Pero, tenía miedo, sí, lo tenía.

Había escuchado de la boca de Jimin como eran estas cosas, que se hacía, que se sentía... Y aunque lo deseara, me asustaba, es por eso que sólo quería ayudarle a solucionar lo que yo mismo provoqué.

—¿Qué?

Fue la primera y única palabra que salió de los labios del alfa que seguía mirándome con incertidumbre, duda y vergüenza, lo vi tragar duro mientras sus manos viajaban hasta mis hombros en un intento desesperado por recomponerse de lo que le había pedido.

—Quiero... Ayudarte— Repetí ahora con cierto miedo tiñendo mi voz.

Y todo se sentía horriblemente incómodo y tenso... Mi boca se sentía seca y mi cuerpo temblaba. Hoseok carraspeó preparándose para hablar.

—Taehyung...— Mencionó mientras apretaba a modo de masaje mis hombros pero sentía que más que querer relajarme a mí, se quería relajar él— N-No creo que hayas entendido bien... El problema que tengo.

—Hoseok... Lo entiendo— Susurré mientras dejaba un beso en sus labios— Yo igual soy hombre... E incluso si no se debiera a eso... Jimin me ha hablado mucho de...— Bajé mi vista instintivamente al bulto que había crecido en demasía entre sus piernas pero la aparte rápidamente al sentirme intimidado— Eso.

Hoseok subió y bajo sus manos desde mis brazos, creando una fricción agradable mientras miraba al cielo, visiblemente aproblemado ante lo que yo estaba proponiendo.

—Bien... Lo entiendes— Aceptó— Pero es mejor que no.

—¡¿Por qué no!?— Cuestioné inmediatamente, completamente enojado por la respuesta que no me esperaba— ¡Hoseok!

Pero el nombrado se removiá incómodo desesperado por ir a solucionar ahora ya su creciente y doloroso problema.

—Tae, soy un maldito alfa posesivo y deseoso de su omega— Comentó apurado— Sé que tu quieres ayudarme con la mejor intención...  Pero una vez que empieces yo no voy a poder detenerme y no quiero hacerte algo de lo cual no quieres... Mucho menos dañarte.

—¡Eres mi alfa!— Grité tratando de hacerlo entrar en razón— Sé que puedes controlarte.

Repentinamente sentí sus labios sobre los míos, besándome con claro deseo, su beso era violento y hambriento que me hacía sentir en los aires. Sus manos recorrían me cuerpo colándose por debajo de mi ropa y tocando mi piel que se tensaba ante su toque.

—Solo un beso y termino consumido...— Dijo entremedio del beso— ¿Crees que voy a poder controlarme si veo que me ayudas a bajar mi erección?

Rápidamente se separó de mi dejándome aún con más vergüenza ante lo sincero que había sido.

—Te quedas aquí, sentado y me esperas— Ocupando su voz de alfa, me dejó completamente sumiso a su orden.

Fue lo último que dijo y con un trote calmado se perdió en la oscuridad del bosque mientras yo quedaba en soledad mirando e imaginando como Hoseok lidiaba con sus problemas.