XXI

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Había cruzado por frente a esa puerta completamente tenso, caminaba con grandes pasos tratando de ser ligero y simplemente seguí mi camino hasta la primera escalera sin mirar atrás, confiando en que no me escucharon y que en cualquier caso Hoseok se encargaría del resto.

Apenas estuve lejos del campo de visión esperé pacientemente a Hoseok quien llegó segundos después rápidamente y tomó mi mano para guiarme. Ambos subimos con rapidez y en silencio. Pensé que haríamos lo mismo de siempre, él quedarse en su habitación y yo dirigirme a la mía. Pero Hoseok simplemente nos arrastró a los dos a la suya en donde cerró la puerta con seguro.

Me tomó completamente desprevenido su actuar, la forma desesperada en la que me tomó entre sus brazos, fuerte y cálido, estaba siendo completamente preso de su abrazo.

Nuestros cuerpos se tocaban y apresaban de manera tan fuerte que era capaz de escuchar el sonido fuerte de su corazón que palpitaba como si estuviera a punto de entrar en un colapso. Me asusté un poco cuando sus manos tocaban mi cuerpo como si quisiera quedarse con el recuerdo vivo en la punta de sus dedos.

Pequeños y rápido besos eran dejados tanto en mis labios como en mi cuello y los pasos de él guiándome hacía la cama me decía que quizás algo malo pasaba con él. Me dejé hacer porque no parecía estar enojado, aunque si parecía triste y melancolíco.

Y quizás, solo quizás... Sabía el porque.

Toqué el borde de la cama e inevitablemente caí sobre ella, Hoseok cayó a mi lado pero en ningún momento me soltó, empecé a corresponder sus besos cada vez más necesitados y ambos ya eramos en completo desastre, entre besos, caricias y ganas reprimidas.

Pero lo que estabamos haciendo era muy riesgoso.

Coloqué mis manos en su pecho y traté de alejarlo pero él simplemente no cedía a nada y su agarré se reforzaba aún más.

—H-Hoseok... Detente— Dije sintiendo los resultados de su ataque sensual y profundo— Es peligroso.

—Quiero hacerlo, Taehyung...— Mencionó agitado y deseoso, casi desesperado— Hacerte mío otra vez.

Me atacaba cruelmente con aquellos besos húmedos que tanto me gustaban y aunque quisiera decirme a mi mismo que esto estaba mal, empezaba a desearlo una vez más de manera poco controlada.

—Hoseok, acabamos de hacerlo— Acoté mientras con todas mis fuerzas lo empujaba lejos de mi y me incorporaba trantando de calmarme— Y estamos en el castillo, es peligroso.

Hoseok dejó un último y largo beso para después reposar su rostro a un costado del mío, derrotado.

Pasaron unos segundos en donde yo sólo acariciaba su espalda y él trataba de recuperar su respiración, entonces me miró con angustia, quizás dándose cuenta de las cosas, suspiró pesado y se tiró al colchón de espaldas a mi lado mientras yo lo miraba desde mi posición para después levantarme y caminar lejos de aquel hombre que me tentaba. En enseguida, con la rapidez típica de un alfa acechando a su omega se acercó a mi y me abrazo nuevamente por la espalda.

—Disculpa... No pude controlarme después de haber escuchado aquello— Confesó mientras sentía su mentón apoyado en mi hombro— Perdon por ser así de egoísta... No consideré que quizás no querías.

—No te preocupes, no es que no quiera, son los riesgos de estar aquí y nuestros padres despiertos en algún lugar mas abajo— Dije en un susurro ahogado, ahogado en tristeza— De todas formas... ¿Hablas de la conversación de nuestros padres?

Hoseok guardó silencio una vez más y pensé que quizás no contestaría, su silencio me daba la razón pero a fin de cuentas él terminó por hablar.

Realmente los odio, Taehyung— Contestó secamente— Los odio por todo el daño que me hicieron... Y ahora porque me están arrebatando lo más preciado que tengo conmigo.

Past Lives: Destiny || Hopev «Omegaverse» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora