Capítulo 08

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Mire a Bao quien no paraba de reír a carcajada incluso ya había ido al baño dos veces debido a esto pero solo no paraba me miraba y continuaba riendo

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Mire a Bao quien no paraba de reír a carcajada incluso ya había ido al baño dos veces debido a esto pero solo no paraba me miraba y continuaba riendo. Creo que nunca debí contarle todo lo que sucedió pero necesitaba aclarar mi mente, el día de ayer había sido tan extraño, nunca pensé ser perseguido por una multitud de jugadores para llevarme a lo que creo que era un tipo de ritual para ellos para declararme lo que era su rey pero cuando me entere que para ese título debida ir y hacer cosas un tanto indebidas en mi opinión con Gigi París corrí, corrí como si mi vida dependiera de ello y sólo me escondí en el primer lugar que vi seguro pero al final termine encerrado con Itzel y en un tonto intento por tratar de salir de ese lugar con ella las cosas se complicaron un poco.

— ¿Ya terminaste?

—Uff, creo que ya —dijo mientras su risa cesaba lentamente —. Tienes la peor de las suertes. Te decides a mantenerte alejado de Itzel Coleman y el universo te da una patada.

—Ahora no sé cómo le hare para que el equipo no me odie tanto. Debo mantenerme alejado de Itzel, no a su lado y tras lo sucedido en el almacén creo que será más difícil.

—Corey, solo trata de concentrarte en tu proyecto no hables, comentes o incluso respires alguna otra cosa que no sea sobre el proyecto después de eso vendrán unas breves vacaciones, no se verán y todo resuelto.

—Algo me dice que nada estará resuelto.

—Tranquilo amigo, respira, ten fe y confía en que sus caminos no se volverán a cruzar... Además, algún día tendrás que volver a Londres.

—Lo sé.

—En cuanto al incidente del almacén lo olvidarán con el tiempo.

—¿Seguro?

—Totalmente, entonces, por ahora relájate y tengamos una tranquila noche de chicos.

—Linda manera de decir que tendremos una pijamada.

—Puedes seguir burlándote o disfrutar de la tranquilidad que mi hogar brinda junto a las personas que no te detestan o volver a tu hogar para conocer a la nueva "amiga" de tu padre.

—Me quedo en tu casa.

—Por cierto, ¿dónde rayos fue Dylan?

—Creo que la gente te dejaría de odiar si cambias tu apellido.

Gire mi vista hacia la puerta para observar a Dylan Davis con un pijama azul con dibujos de balones de futbol americano, en su mano izquierda sostenía un vaso de leche mientras que en la derecha iba en dirección a su boca para poder una de las galletas de la señora Mei.

— ¿Que? —pregunto una vez que termino de masticar su galleta.

— ¿Qué es eso que traes puesto?

—Tu madre me dijo que podía ponerme cómodo y esto es lo que yo utilizo para dormir. Me siento en casa.

— ¿Por qué dices que te invite a mi casa?

Cree(r) en tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora