Capítulo 19

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Me acomode sobre la silla de playa que habia sacado del almacen del equipo de futbol americano lo cual me hacia preguntarme que hacia esa silla ahi, pero quitando ese hecho poco revelante me coloque los lentes para cambiarlos por unos oscuros ante...

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Me acomode sobre la silla de playa que habia sacado del almacen del equipo de futbol americano lo cual me hacia preguntarme que hacia esa silla ahi, pero quitando ese hecho poco revelante me coloque los lentes para cambiarlos por unos oscuros antes de observar a la multitud de muchachos atléticos que se encontraban en el patio de la escuela lavando autos.

─¿Como conseguiste que vinieran tantas personas? ─Dylan Davis tomo asiento a mi lado. Debido a su esguince él seria quien estuviese acargo de recibir el dinero, menuda suerte la de él.

─Mamá ─respondi como si esa respuesta bastara y la verdad es que explicaba todo. Los chicos eran tan conscientes como yo de que mi mamá era capaz de hacer absolutamente todo en tan poco tiempo "Todo en caliente" mencionaba siempre que haria improvisado pero bien hecho.

─A todo esto, ¿donde esta Corey?─pregunto Dylan Davis.

─Cumpliendo la parte de su trabajo ─respondi. El chico con desencendia afroamericano me observo confundido y cuando abrio la boca para preguntar a que me refería ya que su limite de curiosidad no tenia limite, una de las porrista se acerco a mi.

─Si te damos 50 dolares es cierto que podemos hacer lo que queramos con Corey ─mencionó la propuesta que les habia estado haciendo a las chicas desde la mañana.

─Asi es, pero esto es solo por el dia de hoy.

─No podra esconderse todo el dia ─mencionó la porrista mientras me extendia el billete.

─Suerte ─mencione mientras tomaba el dinero.

─No la necesito ─respondio con arrogancia antes de marcharse.

─Estas vendiendo a Corey como prostituta cara... A todo esto, ¿donde esta?

─En un lugar que no podran encontrarlo jamas ─asegure mientras me acomodaba en mi asiento para observar a los chicos ─. No sabia lo atractivos que son. Ahora entiendo porque las chicas estan locas por sus huesitos.

─Pero que pensamientos tan inmundos Itzel Coleman ─me riño Dylan antes de soltar la carcajada.

─Soy una mujer despues de todo.

─Una que se ira de aqui ─la irritante voz de mi tio hizo eco por todo el patio llamando la atencion de todos, gire para observarlo y le sonrei.

─Tenemos muchas ganacias.

─Ve a casa Itzel ─me ordeno mientras hacia el ademan de que me moviera de mi asiento.

─¿Pero quien se encargara del negocio? ─cuestione mientras me levantaba.

─Para eso esta nuestra secretaria─ tomo lugar mientras señalaba a Dylan Davis─ Ahora largo a casa.

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