❤Primer libro de la serie SecondChance🏈
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Trabajo totalmente recomendado
Corey Coxx es la definición perfecta de chico bueno.
Generoso por naturaleza, humilde por cualidad y extremadamente atractivo por ge...
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Mire a mi tío un tanto molesta mientras él me ignoraba por completo, comía como si nada su almuerzo era obvio que este hombre no tenía ni una pizca de vergüenza mire a mi padre quien también me miró por un momento con la mirada le indique que mirara a su hermano lo cual hizo pero volvió su mirada hacia a mí totalmente confundido nuevamente le indique que le mirara para que dijera algo al respecto ya estaba cansada en convertirme en su chófer cada vez que ese viejo auto suyo fallará pero así como mi tío tenía de vergüenza mi padre tenía de entendimiento, solté un pequeño gruñido un tanto desesperada para volver mi mirada a mi tío.
—Cariño, si sigues arrugado el rostro de esa forma te vas a parecer más a este par de gemelos—mi madre coloco su mano sobre mi frente para sacudirla como si de esta manera pudiera borrar mi mal gesto.
—¿Que tiene de malo en que mi hija tenga parentesco conmigo?
—Cariño, mi amor, te amo en verdad que si pero ese rostro definitivamente no es uno de tus encantos en especial si lo compartes con él.
—Oye, no recuerdo haberte molestado hoy, ¿a que viene la agresividad? —interrogó mi tío escupiendo algo de comida en el proceso.
—Tu existencia ya es molesta en sí.
—¿Por qué me invitas a comer a tu casa si estarás molesta?
—Tu mismo lo mencionaste, te invite a comer, no a cenar, ni dormir, ni mucho menos al desayuno, no puedo creer que la casa se convierte en un desastre cuando estás aquí, no quiero imaginar cómo está tu casa.
—Tengo quien me ayude con la limpieza.
—No entiendo como es que eres un adulto independiente.
—¿Acaso te casaste con mamá? —interrogó mi tío a mi padre quien solo negó.
—Si fuese tu madre una golpiza te hubiera dado antes que un regaño.
Mi tío me miró en busca de ayuda pero yo negué levantando mi vaso de jugo en su dirección, el arrugó su frente y Dios santo, mamá tiene razón el gesto es igual creo que tendré que cambiar mi cara de molestia.
—Tengo un pequeño entrenamiento temprano, es hora de irnos, pulga.
—No deberías torturar tanto a esos muchachos, son buenos, creo que ya tienen más que suficiente con que tu seas su entrenador, Gideon.
—Un nuevo Coxx llegó, espero que esta vez suplique de rodilla mientras llora.
—¿Un nuevo Coxx? —preguntó mi madre confusa antes de mirarme.
—¿Como que llegó un nuevo Coxx? ¿Por qué no me dijiste nada sobre esto, Gideon? —interrogó mi padre sin ocultar su molestia mezclada con su preocupación.
