Capítulo 37

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En aquél momento lo único que había en mi cabeza era la seguridad de ella, no pense en las consecuencias o como esto le fuese a afectar, no me importó que el hecho de que ella estuviese molesta conmigo todo el tiempo e incluso que me odiara, no me importó arruinar mi vida con tal de ver como la de ella marchaba con tranquilidad, solia pensar que no me importaria verla desde la lejanía pero me equivoque.

30 de marzo, el día donde la vi por primera.
Recuerdo aquel dia perfectamente, el partido contra nuestros rivales preferidos e ibamos perdiendo, todo parecía ir de mal en peor para nuestro equipo hasta que mi vista se cruzo con la fotógrafa sustitura del periódico escolar.
Ella bajo su camara para sonreirme, su vista viajo hacia el marcador y volvió hacia a mi para dibujar una lagrima nientras fingia tristeza, yo me cruze de brazos para observarlo algo indignado y en el momento donde pidiero tiempo fuera aproveche para acercarme y decir solamente una cosa.

─Si gano este partido, ¿saldrias conmigo?

Nisiquiera sabia su nombre, en que clase estaba o en que curso estaba. Lo unico que sabia en ese momento es que queria salir con ella.
Ella me observó incrédula y algo sorprendida despues miro al marcador, estabamos perdiendo por 7 puntos sin mencionar que solamente quedaban 10 minutos de partido. Ella se confió y tal vez esa fue su equivocación aunque el logro para mi.

─De acuerdo

Aceptó sin rechistar sin ninguna condición y aquello me motivo, me motivo tanto que en tan solo cinco minutos de partido habia conseguido empatar y habia estado decidido a ganar. Lo que mas me encanto de ese partido fue su rostro, esa sonrisa que trataba de ocultar ante la ironía de lo ocurrido y esa manera en la que arrugaba su nariz era lo mas adorable que habia visto. Y cuando me acerqué a ella y pregunte por su nombre, pude saber en ese instante cual era la deficion perfecta de belleza.

─Itzel Coleman.

17 de abril, nuestra primera cita.
Recuerdo muy bien aquél vestido rosado que quedaba un poco arriba de sus rodillas, era un vestido olgado que no marcaba su silueta pero si resaltaba sus ojos, esa mirada tan vivas y juguetona con la cual siempre me miraba con una media sonrisa.
Ahora que lo pensaba hubiese deseado ser diferente e ingenioso, pero, lo unico que hice fue la típica rutina que todo el mundo hacia en sus primeras citas, la lleve al cine para observar una pelicula que a ella le encantaba pero en cuanto a mi apenas y recuerdo sobre que trataba. Después la lleve a tomar algo en su cafetería favorita y tras dejarla en la puerta de su casa tras un cumplido sincero pense que aquello habia sido suficiente, ahora me daba cuenta que nisiquiera habia hecho un esfuerzo por hacer algo diferente, para tratarla como alguien unica y no como a cualquier chica que tenia el típico noviazgo comun, me hubiese gustado haber hecho un poco mas que estar simplemente sentado observando una pantalla y tomar cafe en silencio.

Cree(r) en tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora