Capítulo 10

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Corey era un chico refinado, educado y muy engañoso, a cualquier tema incomodo sonreía y respondía algo tratando de relajar la tensión, ayudo a mi madre a limpiar todo, incluso reparo por completo aquella tubería que mi padre tenía semanas diciend...

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Corey era un chico refinado, educado y muy engañoso, a cualquier tema incomodo sonreía y respondía algo tratando de relajar la tensión, ayudo a mi madre a limpiar todo, incluso reparo por completo aquella tubería que mi padre tenía semanas diciendo que lo haría en algún momento libre, al final como había predicho, el tío Gideon había sido el culpable con los restos de su comida, iba a estar en problemas cuando volviera a poner un pie aquí. Y cuando pensé que Corey Coxx por fin se marcharía tuvo que ayudar a mi vecina, la señora Burn a podar su césped y su estancia de visita como comida termino convirtiéndose en la cena también.

—Debo volver a casa, me encanto estar con ustedes.

—Pero es tarde, puede ser peligroso.

—Estaré bien, gracias por la preocupación Carmen.

—Insisto.

—Estaré bien, mi hogar no es tan lejos.

—Mi hija salió con tu hermano así que se dónde vives, no tienes por qué ser cortes. Itzel, lleva a Corey a casa.

El me observo y sonrió un poco antes de volver a mirar a mi madre.

—Puedo tomar un taxi —insistió en irse solo, mala idea.

—Y nosotros podemos llevarte —mi madre me miro y lanzo las llaves del auto —Levanta tu trasero jovencito y lleva a Corey sin reproche alguno.

No debiste haber mencionado eso.

Es su hermano, estoy segura que sabía sobre eso.

Ambos nos dirigimos en silencio hacia el auto. En momentos como estos agradecía el silencio de Corey y su inexplicable consideración por no preguntar nada.

—Yo... Am, estuve pensando sobre el proyecto, tengo casi todo listo.

—Ve al punto Coxx.

—Creo que lo mejor sería hacer el proyecto sin que nadie nos viera —gire a verlo algo ofendida por un segundo, él se aclaró la garganta y continuó —.Aparentemente soy un completo imán de desastres y caos. Gigi te molesta cada vez que nos observa juntos incluso aunque solo te mire, y el simple hecho de que sea hermano del "grandioso" Dallas Coxx te trae problemas... Sé que las palabras no resuelven nada, pero, lamento tanto todo lo que haya pasado y lo que esta pasado.

Detuve el auto y giré a ver a Corey, tenía enfrente de mi la imagen de un niño pequeño quien parecía entristecido después de un regaño por su padre. Él era diferente, a diferencia de Dallas, él estaba dispuesto a pedir disculpas por algo que no era su culpa, él estaba consiente de mi incomodidad y eso lo arrinconaba a pedir disculpas. Pero tal como él había dicho, las palabras no resuelven nada.

—Tienes razón, las palabras no resuelven nada —mencione mientras volvía a poner en marcha el auto—pero si pueden ser el inicio a una tregua. Tienes razón tu presencia me ha traído muchos problemas, pero en sí, no es tu culpa. Solo, no te metas conmigo y yo no lo hare contigo.

—Jamás me he metido contigo.

—No vuelvas a mi casa.

—Perdona, no es que haya querido ir, pero tu mamá me recordó a la mía. Jamás le he podido decir que no a mi madre.

—Entonces evítala, solo, no te quiero tener cerca por algo que no tenga nada que ver con el proyecto.

—Me parece justo.

—Y otra cosa Coxx —el giro a verme prestándome total atención —. Lo que paso en mi hogar y esta conversación, jamás sucedió.

—De acuerdo.

—Bien, ahora baja de mi auto —le ordene una vez que llegamos, el miro hacia a la ventana y luego nuevamente me miro.

—Si yo, ya me largo.

Bajo del auto sin decir nada más y yo simplemente me marche a casa. Al llegar mi madre me sonrió y mi padre me observo con severidad.

—No es lo que ninguno piensa.

Afirme antes de irme a mi habitación. Sabía lo que ambos pensaban y las advertencias o consejos que me darían, pero yo no necesitaba algo así, después de todo tenía todo calculado y como haría las cosas.

—Buen día —saludo como de costumbre Corey a la mañana siguiente, tomo su asiento y como siempre, se quedó en silencio. Lo mire de reojo, esta vez él había sacado un libro, del cual sobresalían póster de colores, veía varias anotaciones, incluso marcaba o encerraba una que otra palabra.

—Corey —Ashley tomo una silla para acercarse a él mientras canturreaba su nombre —. ¿Por qué no salimos algún lado en vacaciones?

—Me encantaría, pero tengo asuntos que arreglar con el coach.

—¿Durante todas las vacaciones?

—Sí, y son muy importantes, no podría faltar.

—Sin duda, el coach es muy estricto contigo, pero —ella extendió un pequeño papel y mordió su labio inferior —si tienes tiempo, llámame, no importa la hora que sea yo iré.

El sonrío, yo observe con atención, conocía esa sonrisa, era la misma que había estado haciendo ayer en mi hogar cuando mi padre o madre tocaba un tema incómodo. Una vez que Ashley se marchó Corey observo el papel, parecía dudoso sobre si tomar el papel o no, miro a Ashley y se rasco la cabeza dudoso, él no tenía ni la más mínima idea de qué hacer con ese pequeño trozo de papel, no pude evitar reír un poco, era divertido, era como observar a un pequeño que apenas estaba aprendiendo matemáticas, ellos si limitaban a observar el problema y giraban a ver a las personas en busca de ayuda. Tomé el papel y escupí mi goma de mascar antes de envolverlo y volverlo a poner en su lugar. Oí una pequeña risa de su parte, gire a verlo, pero el giro el rostro y fingió toser mientras buscaba que observar, después de unos segundos se levantó y tomo el papel para tirarlo al cesto una vez que volvió a su lugar se tumbó en asiento y escondió su rostro entre sus brazos.

—Gracias Coleman —agradeció, pero yo decidí seguir guardando silencio. Lo mire de reojo y pensé que tal vez las cosas no irían tan mal como pensaba, pero me equivoque.

—Se puede saber, ¿porque tienes que trabajar en un proyecto con Corey Coxx?

—No, no puedes saber, Gigi Parish —cerré el casillero una vez que saqué el último libro que necesitaba y me di la vuelta para ir a la biblioteca.

—Te dije que te mantuvieras lejos de él.

—Créeme que no estoy cerca de él por gusto.

—Esta me la pagaras caro Coleman.

Con la amenaza al acecho de Gigi, sabía que no me dejaría las cosas fáciles y si ella seguía siendo la misma, sabía todo que haría incluso lo que pensaría con tal de no tener un acercamiento hacia Corey, a primera estancia suena excelente para mí, pero no quería reprobar ninguna materia, necesitaba idear un plan.

—Deja de vaguear por los pasillos y ve a clase Itzel —me ordeno mi tío mientras pasaba por el pasillo, lo observé y sonreí al tener una idea.

—Tío Gideon, necesito que me pagues el favor que me debes.

— ¿Qué favor? —pregunto con cierta ofensa y repulsión ante la idea de que me deba un favor.

—El favor de haberme incriminado por ti, alguien por fin destapo el lavabo y por lo visto mamá estaba lista para matarte en cuanto pusieras un pie dentro de casa.

— ¿Qué quieres mocosa del mal? —pregunto esta vez mientras me observaba, no pude evitar sonreír, estaba decidida a tener un diez cueste lo que cueste.

Cree(r) en tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora