Luego de la conversación que tuvieron, YoonGi se sentía mas animado, y la señora Park lo involucraba con todo, procurando que el menor no se viese afectado por los rayos del sol.
Dejándole tareas para mantenerlo en movimiento, pequeñas cosas como limpiar algunos muebles, pues también se enteró de que YoonGi estudiaba en línea, y de igual manera le dio su espacio para estudiar.
Pudo observar que el pálido era bastante ordenado, responsable y dedicado.Ella estaba orgullosa por saber que su hijo quería y apreciaba a alguien como YoonGi. La señora Park le llevó un pequeño refrigerio mientras éste estudiaba, YoonGi solo pudo agradecer con una sonrisa y un pequeño asentimiento.
La señora Park miraba a YoonGi concentrado, escribiendo y resolviendo las actividades asignadas. Lo miraba con orgullo, pues YoonGi no se había dado por vencido, aun no lo había hecho. Pero al verlo también sintió tristeza y enojo, pues no entendía como los padres de ese chico trataron de encerrar sus talentos, bien sabía que YoonGi no era perfecto pero incluso él estaba demostrando que estar enfermo no iba a ser impedimento para cumplir sus metas.Se acercaba la hora del almuerzo y ese día Jimin llegaría a tiempo para que almorzaran juntos.
Se dispuso a cocinar, cuando sintió los pasos de YoonGi, quien llevaba el plato donde anteriormente habían estado un par de sándwiches y galletas y el vaso vacío donde antes había un poco de jugo de manzana.- Uh...gracias- respondió el pálido, acercándose al fregadero y lavar los utensilios
- No cariño, los lavaré después- la voz de la señora trataba de evitar que YoonGi lavara los platos
- Déjeme ayudar- respondió con una sonrisa que convenció a la señora Park
- Ya que quieres ayudar, me ayudaras con el almuerzo- dijo sonriendo, pero lo que mas le agrado fue el brillo de emoción en los ojos de YoonGi
- De verdad?- dijo con la voz un poco entrecortada
- Claro, termina con eso y me ayudas- hizo una pausa- Ya no tienes clases?
- Acabo de terminar- dijo sonriendo
La señora Park le contaba a YoonGi algunas de las anécdotas de Jimin. Como descubrió su amor por las artes, lo emocionante que fue verlo el el grupo de la sinfónica estudiantil, lo triste y divertido que fue verlo llorar cuando se le cayó su primer diente, por que según él se miraba feo. Muchas cosas más, que hacían a YoonGi reír bajito o solo sonreír al pensar en un tierno Jimin jugando sentado sobre el piso con sus manitos regordetas....
Jimin llegó a casa, y en cuanto cruzo la puerta se encontró con una escena muy encantadora, su madre hablaba con YoonGi muy animada y el pelinegro le respondía de igual forma.
- Mamá, YoonGi ya llegué...- dijo Jimin entrando a la cocina
- Hola cariño- respondió la mujer abrazando a su hijo, para luego separarse y salir de la cocina
- Hola...
- Mi mamá parece amarte...- dijo caminando hasta donde se encontraba el mayor
- Son mis encantos bebé...- dijo sonriendo
Jimin amaba esas sonrisas del mayor, no había mejor palabra que lo describiese, estaba enamorado del chico pálido que le abrazaba y dejaba un beso en su mejilla.
- Sé que son tus encantos, amor...
La señora Park había visto y escuchado todo, sonriendo y celebrando, ella les había tomado unas cuantas fotos que quedarían como recuerdo.
- Le ayudaste a hacer el almuerzo a mamá...- dijo Jimin apoyando su espalda en el pecho del mayor.
- Si...me sentí realizado sabes? Me gusta cocinar...- dijo dejando un pequeño beso en el cuello de Jimin- Este es el segundo almuerzo que hago...
- Me gusta ser el único que sepa el sabor de tu comida...- dijo el menor plantando un beso en los labios del mayor.
Ambos se habían olvidado de que se encontraban en la cocina, que la madre del menor podría aparecer en cualquier momento, pero eso no era importante, en el momento que ambos se besaron sin miramientos, solo queriendo decirse lo mucho que se habían extrañado...
Justo como todas las medianoche anteriores, con la diferencia que ahora era durante el almuerzo...