Sus amigos no pararon de decir lo bonito que se veían ese anillo en su mano, haciendolo sonrojar al llamarlo señor Min.
Pero no todo era felicidad... YoonGi estaba de nuevo en el hospital. Ya llevaba días enfermo, y tuvieron que ingresarlo. Lo ha visto pocas veces y otras muchas se ha quedado junto a él, ambos acostado en esa fría camilla, que estando juntos se vuelve un poco cálida.
El mayor se veían cansado. Le costaba respirar por su cuenta, y aunque sus padres le insistían en que descansara, él no podía hacerlo. No cuando su novio estaba en esa situación.
YoonGi le sonreía y tomaba su mano de manera floja. No pudiendo sostenerla correctamente. JiMin era quien se aferraba a su mano.
YoonGi a veces le decía que el día era muy bonito, que debía salir, que debía mostrarle a los demás su sonrisa...JiMin sin embargo, se quedó junto a él, hasta su último respiro...
Sus amigos lo vieron destrozado, lo vieron llorar tanto que creyeron que se secaría por dentro, y aunque trataron de consolarlo, JiMin los alejó, no podía sacar de su memoria el momento en el cual Min le sonrió y besó sus labios por última vez. Cerrando sus ojos para siempre.
Y aunque se aferró a su mano, Min ya no pudo sostenerla...
El señor Min, trataba de consolarlo, sus padres trataban de consolarlo, pero nadie podía hacer nada.
HoSeok le abrazó en silencio, recibiendo los gritos y maldiciones ahogadas de su destrozado corazón, JiMin deseó que todo fuera un sueño...El día del funeral, una mirada vacía y perdida, fue todo lo que dió. No tenía animos para sonreír. Y le dolía no poder cumplir la promesa que le hizo a YoonGi, no pudo cumplir el hecho de sonreír todos los días, le falló...
El señor Min y los tíos de YoonGi caminaban con pesar y en ese momento JiMin se dijo así mismo que odiaba el negro, aunque ese era el color favorito de su esposo. Pidió perdón así mismo por ese pensamiento tan estupido, pero no sabía que mas hacer. Las lágrimas bajaron por sus mejillas. Escondió su rostro entre sus brazos llorando de nuevo, un llanto silencioso que le quemaba por dentro.
Ninguno de sus amigos o padres pudieron decirle algo. ¿Qué podían decirle? El corazón de JiMin estaba sufriendo la peor perdida. Y a cada momento recordaba a YoonGi, a cada instante... y al ver esa foto que ambos se tomaron juntos en su viaje al extranjero, le daban mas fuerzas para llorar.
- JiMin...-le llamó el señor Min, y le dió una sonrisa triste y quebrada. Ni siquiera podía llamarle sonrisa.
JiMin no respondió, su dolor quemaba, sabía que el señor Min estaba igual o peor que él, pero en esos momentos solo quería que lo dejaran solo.
- Cuando estes listo...-susurró y le entregó un juego de llaves- Ve al apartamento...
No dijo nada más y le brindó un apretón en el hombro tratando de darle consuelo, JiMin asintió sin descubrir sus rostro. Sabía que se veía fatal. No había dormido en dos días, no dejaba de llorar, no dejaba de dolerle...
¿Qué se hace cuando pierdes lo mas valioso en tu vida?
JiMin ama a sus padres, ama a sus amigos... pero YoonGi. Min YoonGi siempre será su primer amor... y el último.
Con las pocas fuerzas que tiene, va hasta la habitación donde él y YoonGi pasaron muchas noches juntos, donde se amaron, donde se sonrieron, donde disfrutaron de ser ellos...
Mira a su alrededor y encuentra las cosas del mayor en el perchero, en su pequeño escritorio estan ambas laptos. Se dirige a la habitación donde esta el piano donde YoonGi tocaba, donde le dedicaba las mejores melodías...Y las lágrimas lo atacan otra vez...
En ese cuarto, frente a ese piano, ambos se dijeron un te amo, por primera vez.Sonríe en medio de sus lágrimas y mira el anillo que ahora cuelga en su cuello, el anillo que esta en su dedo anular y los brazaletes...
Se sienta en el banquillo y se deja caer sobre el piano, esperando de alguna manera tener consuelo a su alma dolida y rota...
"Viviremos aún a millones de años luz, cariño, no te preocupes... nos veremos de nuevo... estaremos juntos de nuevo..."