Piano

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Los amigos de Jimin miraban al pálido sonreír. No sabían el por que tanta emoción. Ellos desconocían la razón de que era lo que realmente estaba pasando. Puesto que a ninguno le habían explicado el por que YoonGi vivía con Jimin; por qué no estuvo con Jimin el día de su cumpleaños; por qué parecía que evitaba a todo el mundo y por qué no lo habían visto en la escuela. Busan no contaba con muchos jardines de niños, ni con muchas primarias, ademas en algún momento se tenían que haber cruzado con él, ya que en el caso de Jin, Jungkook y Jimin vivían allí desde que tienen memoria sin embargo nunca lo habían visto. Jimin no les había explicado mucho sobre YoonGi.

YoonGi no podía borrar la sonrisa, aun con lagrimas en sus ojos. No podía. Ignoró por completo a su alrededor, pues los recuerdos llegaban a su mente como una especie de pelicula. No dejaba de contemplar la caja y se preguntaba como es que era posible. Cuando se mudaron a Busan, la casa contaba ya con un piano de un gris desgastado, el único que le comprendía y le ayudaba a llevar sus días de una manera mas ligera, ese piano le brindaba consuelo cada vez que volvía del hospital cuando las agujas y los medicamentos lo tenían harto, era el que llenaba el vacío que provocaba el silencio insoportable, fue su único amigo durante todo el tiempo que había estado solo, cuando ya no supo que mas hacer y la desesperación le ahogaba era quien le recibía con sus teclas blancas y negras dispuestas a compartir el sentimiento que estaba asfixiandolo, y fue ese mismo piano que lo condujo hacia Jimin. Fue el testigo de cada uno de los momentos junto a Jimin dentro de esa habitación...

Jimin se acercó al mayor y por un momento olvido que sus amigos estaban allí. Amaba ver la sonrisa dibujada en los labios de YoonGi. Solo él conocía el brillo en los ojos del mayor, era similar a cuando ambos sacaban una nueva armonía, o como cuando Jimin le ayudaba a componer, o incluso cuando se besaron la primera vez.
Era esa mirada llena de brillo que amaba cada ver que esas orbes se dirigían hacia él como la mas bonita e interesante constelación. YoonGi le decía que él era su estrella, y cada vez que escuchaba esas palabras y veía al mayor, veía un brillo de sinceridad, emoción, amor, que le producían sonrojos y cosquilleo por toda su piel.

- Tienes alguna idea de quien fue?- le preguntó en susurros mientras lo abrazaba

- No estoy seguro...- dijo YoonGi correspondiendo el abrazo

- Eso significa que te podré escuchar de nuevo, verdad?- preguntó el menor dejando un beso en la mejilla humeda

- Siempre me escuchas...- respondió el palido besando la frente de Jimin, quien al contacto cerró los ojos

Los amigos contemplaban la escena un tanto enternecidos por la actitud de la pareja. Jin limpiaba las lagrimas inaginarias y Tae sonreía mientras daba palmaditas en la espalda de Jin. Los otros dos solo miraban la escena un tanto conmovidos.

En ese momento la puerta se abrió y dio paso a los señores Park, quienes al ver a YoonGi con lagrimas y una sonrisa mientras abrazaba a Jimin se preguntaron que había pasado.

- Oh. Mamá, papá...- saludó Jimin con la voz un poco estrangulada. Hasta el momento los señores Park habían ignorado la caja que se encontraba en el pasillo directo a la sala

- Hola chicos...que pasó?- preguntó el señor Park, recibiendo un apretón en su mano por la señora Park quien le señalo el paquete- Que es esto?

- Volveré a escuchar a YoonGi tocar el piano....- sonrió Jimin

Citas de MedianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora