Dos días después YoonGi fue dado de alta.
En ese instante se encontraba en la habitación de su piano, en una camiseta y un pantalón de pijama. Suspiros escapaban de su boca, le había pedido a JiMin unos minutos para pensar un poco, el menor no lo dejaba solo pero necesitaba un momento para descansar de todo.
Se dejó caer en el sofá, y dejó salir las lágrimas que lo estaban ahogando. Su celular sonó y vió que era su padre. Por un momento quiso negarse a contestar pero aún así atendió la llamada.
- Hola Yoon... ¿cómo estas?
- Estoy bien papá, solo cansado, eso es todo...
- ¿Quieres que te lleve algo?- pregunta el hombre, con una sonrisa invisible para su hijo, esperando una respuesta.
- Estoy bien, pero... ¿podemos vernos en la noche?- preguntó tímido y sentandose en su lugar, secando sus mejillas.
- Claro, pasaré por ti a las nueve, sé que es un poco tarde pero tengo una junta a las seis...- dice el hombre pensativo.
- Esta bien, la hora no es problema...- dice y sonríe.
- De acuerdo, te veré a las nueve entonces...
La llamada termina, y YoonGi suspira. Mira el piano, y sabe que tal vez, no volverá a tocarlo. Con manos temblorosas se acerca a su amigo y se sienta en el banquillo. Levanta la tapa y coloca sus manos en las teclas.
Escucha los pasos acercarse, sonríe porque sabe que se trata de su amada estrella.
- Yoon...- lo escucha susurrar al abrir la puerta.
- Ve acá...- le dice girando su cabeza solo para verlo, palmea el espacio a su lado y JiMin se acerca despacio y se sienta al lado de su novio.
Se quedan en silencio y YoonGi comienza a tocar una pieza suave, algo en lo que estuvo trabajando días atrás. JiMin recarga su cabeza en el hombro del pálido. Sonriendo ante la melodía.
Con armonía ambas miradas se cruzan y sus rostros se acercan. Con lentitud sus labios se rozan, solo un pequeño toque sutil, que los hace suspirar.
JiMin toma la mano del mayor y los dirige a su habitación, deseoso de sentirlo, de nunca olvidar esos toques que dejan las manos de YoonGi por su piel, queriendo grabar en su alma y corazón esa sensación.
- Quiero que me toques...- le susurra, una vez estan dentro de la habitación, YoonGi le mira sorprendido, sin embargo JiMin, dirige las manos pálidas a su cintura. Abraza al mayor por los hombros y deja besos sutiles en el cuello ajeno. Pequeñas caricias que hacen estremecer y suspirar a YoonGi.
Min esta desconectado, sus manos presionan la cintura de su estrella, embriagandose de las caricias que recibe.
Cuando abre sus ojos se da cuenta que JiMin lo ha despojado de su camiseta y el menor se encuentra solo en ropa interior.
- JiMin...- suspira cuando el menor se acerca a su cuerpo, creando un roce placentero.
- Me gusta que me toques...- le dice mordiendo levemente la oreja del mayor. YoonGi sonríe y dirige a ambos hacia la cama.
- A mí me gustas tú...- le susurra YoonGi y se quita su ropa inferior. Lentamente baja la ropa interior de su pareja.
Con pequeñas risas tímidas vuelven a besarse, JiMin jadea bajito cuando siente las manos de YoonGi por su cuerpo y desea que ese momento sea eterno, que todo a su alrededor se detenga y pueda disfrutar de esos toques por mas tiempo.
Abraza al mayor por los hombros y con una mirada le pide a su novio que vuelva a besarlo, sus bocas se unen en una lenta melodía. JiMin jadea y rompe ese contacto, hala las hebras del cabello del mayor cuando YoonGi comienza los suaves movimientos, la boca de YoonGi disfruta de la piel del cuello ajeno, besa el pecho de su novio y se dedica a amarlo.
