Llevaban ya varios minutos abrazados, JiMin acariciando la espalda de YoonGi y este ultimo aferrándose a la sudadera que ese día portaba JiMin....
JiMin no necesitaba palabras para saber que era lo que sucedía, la curiosidad de querer saber el por qué de las heridas y marcas en sus brazos lo carcomía, pero no iba a presionar a YoonGi para hablar.
Era lo que menos necesitaba...Su cuello se erizaba a cada suspiro que YoonGi soltaba junto a mas lágrimas que mojaban poco a poco su sudadera, aunque eso era lo de menos...
No pensaron en el tiempo, pero JiMin pudo respirar tranquilo hasta que la respiración de YoonGi se calmó, aun no se separaban del abrazo, pues al parecer YoonGi no quería soltarlo, se sentía refugiado entre los brazos del menor...
En esos momentos no habían miradas que lo lastimaran, no existía sonrisas forzadas, no habían palabras que lo hacían sentir peor.
- Lo siento...
- ¿Por qué YoonGi? Nada de esto es tu culpa, nada de lo que pasa es tu culpa...
YoonGi solo suspiró, la forma sincera en que JiMin se lo dijo lo llenó y le hizo sentir bien...
No había lástima en sus palabras, no había una mirada de compasión, es más cuando se separaron YoonGi pudo apreciar que JiMin le miraba con la misma admiración que el día en que se conocieron...Y aun con sus mejillas mostrando rastros de las lágrimas derramadas, aun con sus ojos hinchados y cansados de llorar no pudo evitar sonreír frente al chico que ahora limpiaba cualquier rastro de tristeza.
El mismo chico que le sonreía cada vez que se miraban...
El mismo chico que lo abrazaba de manera protectora...
El mismo chico que le hablaba de manera dulce, que lejos de empalagarlo, le daba ternura...
El mismo chico con el que soltaba risas...
El mismo chico que tocaba el violín...
El mismo chico que le hizo disfrutar de un desayuno....
El mismo chico que en esos momentos le sonreía sinceramente....El mismo chico que le hizo disfrutar de sus primeras sonrisas...