YoonGi se detuvo de inmediato.
Y le miró asombrado, de tal modo en que su boca se abrió por la impresión, no es que nunca haya pensado en decirle a Jimin lo mucho que lo ama, lo agradecido que está por todo lo que le ha permitido vivir, pero esas dos palabras llegaron de forma inesperada a colapsar sus sentidos.La madre del menor estuvo lista a grabar algo que parecía ir en camara lenta.
YoonGi se levantó y abrazó al menor. Con todas sus emociones al limite, que temió pues podía haberse desmayado, y no era un buen momento para desmayarse. Claro que no.
Era un momento para decirle al chico en sus brazos esas mismas palabras...era hacerle saber a Jimin lo mucho que lo ama, lo mucho que quiere quedarse con él para siempre, lo mucho que ama verlo al despertar, lo mucho que ama sus tiernas facciones, lo mucho que ama que lo haga sentir amado...
Quiere decirle todo eso, pero las palabras se reducen a dos unicas expresiones...- Te amo Jimin...- soltó el mayor, como un susurro, como si ello fuese un secreto, como algo confidencial que les pertenece solo a ellos dos. Y es que así era.
YoonGi vivía para Jimin...
Y Jimin sonreía para YoonGi...Como si se tratara de su último respiro, los labios de YoonGi se vieron presos por los de Jimin, ignorando por completo a la madre del menor...
Las manos de Jimin escalaron por los brazos de YoonGi, hasta que las envolvió alrededor de su cuello.
Mientras que las manos del mayor cayeron directamente a su cintura, como sabiendo que ese era su lugar.No saben cuanto tiempo se quedaron así, hasta que escucharon la puerta cerrarse...
Se separaron y notaron que la señora Park había salido dejandolos solos, ambos se sonrojaron, y se sonrieron al tiempo que juntaban sus frentes y recuperaban su respiración.Terminaron sentados frente al piano, con Jimin sobre el regazo del mayor, quien rodeó su cintura, mientras que el menor rodeaba su cuello...
- Di que me amas...de nuevo...- pidió Jimin en un susurro.
YoonGi no pudo evitar sonreír, besó la frente del menor y dejó a sus respiraciones mezclarse...- Te amo, mi pequeña estrella...- susurró, haciendo que los labios de ambos tuvieran efímeros contactos.
Sin previo aviso, sus labios se juntaron de nuevo, haciendolos sonreír durante el beso, sabiendo que ambos encajaban en el universo del otro...
Sus movimientos eran similares a las armonías de una composición, exactos, precisos, y llenos de un único sentimiento....Ambos se encontraron en el universo del otro, para poder convertirse en una sola constelación, para poder saber que estarían allí, para tener a alguien con quien compartir los toques de un armonioso piano y los sutiles toques de un pequeño violín...