That was then... // Albalia

7- Cuando un objeto inamovible choca contra una fuerza imparable.

Tras el botellón en el campus, la fiesta empezó a desplazarse a otros puntos de la capital. Alba había perdido la cuenta de las copas que llevaba, al igual que Marta, así que Maria se encargó de organizarlas en el coche de una amiga para que no terminaran haciendo una locura.

- ¿Y ahora dónde vamos? –preguntó Alba ya en el coche-.

- Te va a encantar, es un local donde se reúne mucha gente del gremio, pero esta noche vamos con enchufe... vamos con invitación vip. Pablo, tocó hace poco allí y nos las ha conseguido. ¡Vais a alucinar! –le contestó Maria desde el asiento del copiloto-.

Alba permaneció callada otro instante, y de pronto se giró hacia Marta con una duda existencial.

- ¿Quién es Pablo? –le preguntó-.

- Jaja... ¿quién va a ser? El novio de la Mari –le contestó Marta muerta de risa, realmente Alba iba mal-.

- ¿Pero Maria no era lesbiana? –soltó de pronto Alba en voz alta, pues ya no controlaba-.

Ésta vez todas se rieron menos Alba que ya tenía bastante con poner un poco de orden en su cabeza. Maria se giró de nuevo en el asiento, y le cogió la barbilla a Alba para que la mirara.

- Cariño, soy bi... y tú, has pillado un pedo que flipas. Menos mal que os vais a quedar en mi piso esta noche, sino tu madre nos mata. ¡Marta, ya te vale!, podías haberla controlado un poco, que es tu amiga –le regañó muerta de risa Maria, al final Alba no era tan timida como parecía-.

- Jajaja... ¿yo? ¿y quien coño me controla a mí? –se defendió Marta, y todas volvieron a soltar la risa floja-.

...

Natalia recogió la bebida en la barra y la llevó hasta la mesa.

- ¿Te habías perdido? –le preguntó Africa cuando la vio aparecer, hacía casi veinte minutos que Natalia había ido a por ellas-.

- Jajaja... no, sólo me entretuve con la camarera –se rió la morena, ya que estaba convencida que Afri y Laura la veían como una total rompecorazones, por qué desilusionarlas-. ¡Es broma! Es que había mucha gente, se ve que han repartido entradas en la fiesta para venir luego aquí.

- Ah, es verdad, algo me comentó el representante de los estudiantes. Les daban invitaciones de entrada y primera bebida gratis, o algo así. ¡Madre mía, aún me acuerdo de cuando yo también iba de fiesta en fiesta! –dijo Laura-.

- Vamos como si tu vida ahora no se le pareciera –se burló Natalia del tono en que la profesora había dicho aquello, y las tres se rieron-.

- No, la verdad es que encerrada en casa tampoco estoy, pero no os creáis, que ya no llevo tan bien todo este jaleo. Me quita mucha energía tanto ruido... y por otro lado, por las noches es cuando soy más productiva –reconoció Laura-.

- ¿Estás pintando algo ahora? –quiso saber Natalia -.

- Sí, la verdad es que estoy metida en algo que me ilusiona bastante. Los cursos de postgrado estos últimos años me ha dado la oportunidad de poder tomarme más tiempo para crear, ni os imagináis lo asfixiante que se vuelve este mundo cuando las galerías quieren algo tuyo, esto va un poco por modas, y se creen que vas a empezar a escupir cuadros por el culo sólo con una petición suya, vaya –les soltó de pronto-

Las dos amigas estallaron en risas tras su última frase. Desde luego, si algo caracterizaba a aquella mujer era su claridad a la hora de decir lo que quería decir, estuviera con quien estuviera.