55- Sentimientos diferentes en ciudades diferentes.

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Madrid.

Rafi vio a Nattalia sentada sola en el banco enfrente del bar, y se aventuró a sentarse con ella.

- ¿Puedo sentarme contigo? –le preguntó y la joven la miró sorprendida, pero reaccionando en el acto-.

- Sí, sí... claro que sí –le contestó quitando unos libros de encima del asiento y haciéndole sitio a su suegra-.

- Gracias cariño, ¿cómo estás? Últimamente no coincidimos –le preguntó Rafi interesándose por ella-.

- La verdad es que no, pero estoy bien, bien... los exámenes han ido bien y Noe me ha liberado un poco de trabajo extra, así que creo que la soga se está aflojando –bromeó ella con una sonrisa-.

Rafi se alegró de tan buenas noticias. Sin embargo no le pasó desapercibido que a Natalia se le veía inquieta.

- ¿Y qué tal Alba y tú? ¿todo bien? –quiso saber Rafi, la verdad es que cuando hablaba con su hija, siempre quería preguntarle, pero ya se sabe... la intimidad de los noviazgos no era cosa que se le quisiera contar a una madre, así que le tocaba quedarse en su sitio a la espera de que todo fuera bien entre ellas-.

- Sí.... –por el rostro de Natalia apareció la duda y la miró a los ojos-... bueno, espero que sí. ¿Por qué? ¿te ha dicho algo?

La mujer se rió tras ver su cara de miedo escénico.

- ¿A parte de preguntarme si estás bien y de que cómo te veo? Y de que se le escape algún... "que ganas tengo de ir para allí mamá" y "Natalia es tan guapa", pues no... no me ha dicho nada que tú no sepas.

A Natalia se le encendieron las mejillas tras aquellos comentarios, y Rafi no pudo más que sonreír y darle una tregua.

- La echo mucho de menos. Lo de semana santa ha sido una auténtica putada, con perdón –le dijo con sinceridad-.

- Y sin perdón cariño. ¿Me lo dices o me lo cuentas? Creí que disfrutaríamos de ella unos diez días y de un plumazo planes al suelo. He mirado a ver como lo hago para pillar vacaciones e ir a verla, pero tampoco quiero gastarlas todas viajando, porque si es cómo nos cuenta, volverá antes. ¿El 25 de junio ha dicho? –comentó con ella-.

- Sí, el 25... -Natalia no pudo tragar bocado, sólo de pensar que aún no le había podido contar nada, ni de Iris ni mucho menos lo de la beca .... "Dios, que puto desastre. Cómo luego no me entienda, me muero", pensó y sin darse cuenta dejó de escuchar a su suegra-.

- Nat...

- Eh? ¿sí?

- ¿Te decía que si tú tienes pensado ir a verla? Lo digo por coordinarnos un poco y no elegir las mismas fechas, así le hacemos la estancia más llevadera, y no se le harán tan largos los meses que faltan. Últimamente la veía agobiada, aunque ahora parece que vuelve a estar contenta. No sé, me hubiera gustado ver Amsterdam con ella, pero creo que me esperaré a Mayo y así veré Londres... lo que está claro es que no aguanto sin ver a mi hija hasta finales de junio, ¿y tú? –quiso saber la mujer, que en su cabeza no dejaba de planificar el momento de volver a ver a su hija-.

- No, yo tampoco aguanto más sin verla... de hecho, creo que te voy a dejar Rafi, voy a ver si pillo a Noemi y hablo con ella de cuadrantes. En cuanto sepa algo te digo para que no nos chafemos las sorpresas, ¿vale? –le anunció,  de pronto se le encendió una bombilla y unas prisas locas por concertar una fecha para ir a ver a Alba-.

- Claro, claro... vale, ya nos vamos diciendo –le dijo Rafi que la vio salir disparada del comedor-. Esta niña, de verdad... cada día más flaca, Dios... cuánto nervio.

That was then... // AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora