39- Casta y pura

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Marta y Maria se miraron sin saber qué hacer cuando extrañadas por el repentino parón de Alba en mitad del pub miraron hacia la escena que su amiga observaba. Una pelirroja espectacular coqueteaba abiertamente con Natalia, y a ella no parecía para nada importarle. De pronto Alba retomó su camino hacia la barra.

- ¿Qué hacemos? –preguntó la Mari algo inquieta-.

- Ir con ella, qué vamos a hacer sino... -le dijo Marta cogiéndola de la mano-.

- Joder... pues como sea lo que parece, menuda apertura de año vamos a tener –se quejó por lo bajo, pero en cuando Marta le dio un codazo no tuvo más remedio que callarse y seguir a aquellas dos por el pub-.

Natalia sonreía y se divertía con las tonterías y proposiciones indecentes que le hacía Iris cuando divisó a Alba acercándose a ellas. Con una sonrisa plena esperó a que llegara hasta la barra, la había estado esperando con impaciencia desde que habían dado las doce de la noche, pero la acusación atípica que había en su mirada la cogió por sorpresa.

- Hola

La sequedad de su saludo aún terminó de descolocar más a la morena, que tras ver la mirada que Alba le brindaba a Iris entendió que debía estar celosa por lo que había visto.

- ¿hola? ¿eso es todo? – trató de fingir que no se había dado cuenta de los recelos de su novia, y se apoyó en la barra hacia ella con una sonrisa-... Anda ven aquí –la llamó con el dedo para que se acercara. A Alba le costó desviar la mirada de pocos amigos que le dirigía a Iris, la cual aún sonreía en su taburete, para prestar atención a Natalia, pero finalmente lo hizo-... Feliz año nuevo, preciosa – la saludó con ternura su novia, y su tono meloso captó por entero la atención de Alba que pronto se vio recompensada con un beso tierno de sus labios-. ¿Cómo ha ido la cena? ¿todo bien? –se interesó por su noche-.

- Comida hasta salirse por las orejas, pero sí, todo bien –se relajó la rubia tras sentir las atenciones sin dobleces de Natalia-. A mi madre le hubiera gustado que pudieras venir...

- ¿Sí?... jajaja... pues no te lo tomes a mal, pero por ese lado me alegra no haber tenido más remedio que trabajar porque aún me tiemblan las piernas de pensar en afrontar a tu madre a solas –le contestó con sinceridad y aquel comentario hizo sonreír por primera vez a Alba-.

- ¡tremenda cobarde estás hecha! –se burló despiadadamente de ella-.

- Jajajaja... todo sea por salvar el pellejo –le contestó con un juego gracioso de cejas-.

Alba le lanzó una mirada recriminatoria que terminó con otra carcajada. Marta y Maria llegaron en aquel momento.

- Eiii... feliz año nuevo –la saludó Marta-.

- Feliz año nuevo pareja –les respondió, mientras se erguía sobre la barra para darles dos besos-.

- ¿Cómo va eso, Natatlia? Menuda movida hay aquí esta noche... eh? Al final el cotillón ha salido redondo –introdujo un poco de conversación Maria-.

- Sí, la verdad es que a la gente parece que le ha gustado la idea, porque han cumplido con las reservas, estamos hasta los topes –le contestó y se disculpó con ellas un segundo mientras ponía un par de copas-.

En cuanto volvió con ellas, volvió a ver la tirantez que Alba tenía en la mirada, y la picardía que sin embargo Iris guardaba en su sonrisa mientras callada no hacía más que mirar a las chicas del local y de vez en cuando a ella y a Alba. "Joder, Iris..." pensó y tomó cartas en el asunto.

- Ah, por cierto... que no os he presentado ¿no? ¡Iris, Iris...! –la llamó Natalia para que volviera a acercarse al grupo-. Iris, esta es Alba... mi novia.

That was then... // AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora