Casi dos meses después.
Noviembre se diluyó en el tiempo casi como un espejismo y las vacaciones de Navidad llamaron a la puerta anunciando un necesario respiro. Alba cruzó el hall de la facultad de camino a la galería que dentro de una semana escasa expondría los trabajos de sus ex-compañeros de postgrado, la decoración y el ambiente distendido que se respiraba parecía mantenerla de buen humor casi constantemente. Llamó al timbre ubicado fuera de la galería y dio su nombre al encargado de que no entraran curiosos a ver el trabajo previo a la exposición que iba a celebrarse, en cuanto entró divisó a Laura, pues no dejaba de dar indicaciones en voz alta para que los lienzos y demás obras se colocaran correctamente en la sala. Alba sonrió, le gustaba ver a la profesora activa y aquel mes sin duda lo estaba, por lo que ni tan siquiera pudieron llevar a cabo su seminario privado mensual, algo que sin duda le había venido bien también a Natalia, pues la pobre estaba haciendo turnos dobles entre las prácticas de la carrera además de alternar un fin de semana sí y otro no en el pub de ambiente.
- Estaba deseando que vinieras a raptarme –le dijo con una pletórica sonrisa-. Anda cuéntame, ¿se sabe algo ya?
- No, aun no. Envié los formularios que me diste, y de momento todo está dentro de plazo. El 12 de enero se supone que anunciarán quienes son los escogidos –le informó Alba de cómo iba el nuevo proyecto que tenían entre manos-.
- Bah, ni te preocupes, estoy segura que te seleccionarán. Tendrían que estar locos para no hacerlo –le dijo. Pues hacía un par de semanas que había entregado a Alba los formularios para presentarse a las becas de jóvenes pintores nacionales y estaban a la espera de confirmaran su participación-. ¿Tienes una idea de con qué te gustaría presentarte? ¿Vas a hacerlo con alguno de la colección del bar que me enseñaste, o con los últimos de Natalia? La verdad es que ambos temas son muy buenos.
- En realidad había pensado presentar algo en lo que llevo trabajando desde el verano –le anunció Alba-.
Laura se detuvo en medio del pasillo para mirarla. Alba no había mencionado que estuviera trabajando en nada en especial, estaba intrigada.
- Algo que no he visto aún, por lo que veo –advirtió por el destello de emoción y gran respeto que tenía reflejado Alba en su mirada-. ¿Es lo que llevas ahí?
Señaló con un gesto de cabeza el portadibujos que Alba llevaba en la mano y del que parecía no tener muy claro si atrever a desprenderse. Acertó.
- Enséñamelo –le pidió ante el silencio temeroso de la rubia. Si estaba tan nerviosa por querer y no querer mostrárselo, debía significar que había puesto en ello una parte bastante importante de ella misma. Se moría por ver con qué la sorprendería aquella vez-.
- ¡quieres verlo! ¿Aquí? se sorprendió, pues seguían en medio del pasillo desierto-.
- Aquí o allí, ¿qué importa eso? ¡Quiero verlo! Enséñamelo –le volvió a pedir y alargó la mano para que se decidiera a entregárselo-.
Aún con dudas, Alba le dio el portadibujos y la miró una vez más antes de abrirlo para ver lo que contenía. Guardó silencio manteniéndose a la espera de su reacción. Estaba nerviosa, y mantuvo las manos inmersas en los bolsillos traseros de su vaquero para no llevarse las uñas a la boca. Laura no dijo nada, se volvió de lado a la rubia para tener cierta intimidad y pasó lentamente el trabajo que le había entregado.
- ¿Cuánto llevas trabajando en esto? –le preguntó de pronto, Alba no supo interpretar lo que estaba sintiendo-.
- Desde julio –le contestó, pues tenía por norma responder a todas sus preguntas, directa y claramente-.
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That was then... // Albalia
FanficNuevo Fanfic Albalia, espero que os guste, nos leemos!! Alba quedó inmediatamente hipnotizada por la belleza de la silueta... sus piernas largas y delgadas, descansaban una en semiflexión sobre el taburete y la otra apoyada en vertical en el suelo...