Natalia salió de la facultad completamente liberada. Acababa de realizar definitivamente su último examen y recibió el sol que golpeó su cara al salir del edificio con total entusiasmo. "Diosss... terminó la tortura" pensó sentándose en el césped para tomar el sol mientras esperaba a Africa. Los recuerdos de Alba le llenaron la cabeza antes de que se diera cuenta, y una sonrisa brillante se perpetuó en su rostro por la nítida imagen de su sonrisa, de sus ojos, de sus labios... del "mohín" que solía hacer con su nariz cuando no le gustaba lo que estaba ocurriendo y aun así no se quejaba en voz alta. Definitivamente, concentrarse en estudiar cuando la dejaba en casa, había sido una auténtica tortura, pero no había podido renunciar a verla durante la semana porque el sólo hecho de escucharla hablar, de besarla a escondidas, de oler su pelo había sido más que suficiente para hacerla levitar durante las horas en las que se separaban. Era increíble lo mucho que le gustaba, en todos sus sentidos.
- ¡Por fiiiinnnnn!!!! –exclamó Africa dejándose caer a su lado, y ella hasta se sobresaltó por su interrupción-.
- ¿Qué, cómo te ha ido? –le preguntó reponiéndose-.
- Creo que bien, pero no quiero repasarlo ni hablar de ello ahora mismo –le dijo-. ¿Y a ti?
- Creo que bien también –le contestó y las dos guardaron silencio durante un ratito para desconectar sus neuronas del agotador examen-.
- ¿A que hora tienes que ir al pub? –le preguntó Africa, pues sabía que trabajaba esa noche-.
- A las diez y no me apetece nada de nada –le contestó-.
- Por qué será que no me sorprende –apuntó Africa apoyándose en sus codos mientras le regalaba una mirada pícara y suspicaz-. ¿Qué, tienes planes con tu chica?
Ella la miró entornando los ojos, pues había formulado con retintín aquella última pregunta.
- Ja... ja... muy graciosa –le contestó, aun no habian hablado sobre los terminos de su relacion, y Africa lo sabia-. He quedado en pasar a recogerla a las cinco, hoy comía con su amiga Marta.
- Ohhh... comida de chismorreo. ¿Qué, te estarán evaluando? ¿tú que crees? –ella disfrutó pinchándola un poco-.
- No seas egocéntrica... -le dijo Natalia fingiendo que no le importaba caerles bien o no a sus amigas, y cambió de tema-. ¿Tú que piensas hacer? ¿Te dejarás caer esta noche por el pub?
- Por supuesto. Pienso correrme una juega de "tres pares de narices". Paso de dormir sola otro fin de semana más... ¡por fin, se terminaron los exámenes! –musitó con júbilo y alivio, y ella se le quedó mirando, porque en el fondo era justo, lo mismo, que ella estaba pensando hacer aquel fin de semana-.
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Tras una llamada de teléfono, una comida rápida con Africa, y pasar por su apartamento para cambiarse de ropa y coger el otro casco, Natalia envistió su moto hacia el lugar donde había quedado en pasar a recoger a Alba. En cuanto entró en la calle, la divisó sentada tomándose un helado con Marta en uno de los bancos del pequeño parque mirando hacia la carretera, esperándola. Aparcó frente a ellas y se quitó el casco.
- Hola, ¿así que ni me esperáis para el helado, no? –fue el saludo que les hizo adjunto a una sonrisa insultante de felicidad por tener frente a sí de nuevo a Alba-.
A esta casi se le cayó el helado de la mano de puro nervio. En cuanto la vio descender de la moto con aquellos vaqueros que le quedaban de muerte y la vio recolocarse el pelo por encima de uno de sus hombros en uno de sus gestos tan típicos, se quedó sin habla y sin memoria, sólo existía ella.

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That was then... // Albalia
Fiksi PenggemarNuevo Fanfic Albalia, espero que os guste, nos leemos!! Alba quedó inmediatamente hipnotizada por la belleza de la silueta... sus piernas largas y delgadas, descansaban una en semiflexión sobre el taburete y la otra apoyada en vertical en el suelo...