Kisa realmente se sentía insegura de camino a su casa. Estuvo mentalmente preparando alguna excusa para no ir con Henry al parque, pero por más que lo intentó no encontraba una aceptable y creíble. Ese hombre definitivamente le hacía perder la razón, casi se pasa por alto una luz en roja del semáforo y lo más vergonzoso es que él iba justo detrás de ella, por lo que pensó en voz alta ─ ¡Genial! Ahora dirá que soy mala conductora ─exhaló animándose al a estar a una cuadra de su hogar.
En la entrada por más que protestó con Carter y Henry se encargaron de sacar todas las cosas que llevaba en el auto. Lo que si no permitió fue llevarlo a su apartamento, no estaba tan desordenado, pero tampoco tenía algo para ofrecerle; así que Carter guardó las cosas en su cuarto.
En el auto Max le dirigió una mirada inquisidora a su dueño, al reconocer el lugar mientras se acercaban, como si Henry lo entendiera le contestó -Si grandote, de nuevo otra vez al solemne Central Park ─comentó al tiempo que con su mano derecha le acariciaba la cabeza.
Salió de su auto y divisó a Kisa que se encontraba agachada amarándose los cordones de sus zapatos, con su bola de nieves revoloteando a su alrededor. Henry tragó seco cuando Kisa se ponía en pie y su vista lo reprodujo en cámara lenta ─Sensual ─susurró al tiempo que el San Bernardo al reconocer a la perrita lo animó a que continuara.
─ ¿Estas listas? ─preguntó cuándo Max lo animaba a que avanzaran mucho más.
─Si ─respondió pegando un saltó alterada. Al ver que el perro estaba inquieto por caminar planteó ─Puedes adelantarte si quieres, yo tengo que ir más lento ─mencionó con amabilidad para que no tuvieran otro accidente como el de la veterinaria.
─Está bien ─aceptó pensando que si se le reventaba la cadena nuevamente iba hacer un incordio ir tras de Max por todo el parque.
La energía del perro impidió que Henry interactuara más con Kisa, quien iba mucho más atrás hasta perderla de vista completamente.
Luego de una hora Kisa divisó un Kiosco donde compró tres botellas de agua y se sentó en una de las banca vacías. Revisó su celular y vio que tenía varias llamadas perdidas de su padre, Alana, de Jair y hasta de su hermano. Les envió un mensaje de voz avisándoles que estaba ocupada y que más tarde les llamaría. Lo guardó nuevamente, tomando agua en el momento que Henry y Max se acercaban trotando.
─Aquí estas ─habló Henry sentándose a su lado.
─Aquí estoy ─confirmó entregándole una botella con nerviosismo.
─Gracias, realmente estoy sediento ─agradeció llevándosela al instante a los labios.
Kisa quiso admirarlo, pero él la estaba observando directamente por lo buscó otro recipiente que había empacado y le sirvió agua a Max, soltando una carcajada al ver la efusividad del cachorro.
─Estuve pensando... ─comentó Henry maravillado al escuchar las diversión de Kisa con a su mascota.
─ ¿Qué? ─preguntó observándolo nuevamente, deleitada al verlo sudoroso y agitado por la carrera. Imaginando que se sentiría al probar su sudor en otra actividad mucho más placentera.
─Bueno... este ─titubeó al ver como Kisa no le despegaba la vista ─Después de aquí vas al súper mercado y como sabemos ahí no aceptan mascota ─explicó el plan que había organizado cuando fue a correr. No se explicaba cómo, pero quería pasar con esa mujer, si era posible todo el día. ─Entonces pensé en ir a mi apartamento dejar a Max con la señora que se encarga de la limpieza y acompañarte, para que mientras tú haces las compras, yo cuide a la bola de pelos ─concluyó señalando a la perra que estaba acostada cerca de los pies de Kisa.
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Adicta a Ti
RomanceKisa Volkova es una mujer que no le falta absolutamente nada. Poseedora de una deslumbrante e inigualable belleza; admirada por muchas, odiada por otras. Privilegiada al nacer en una familia de muy buena posición económica y ni se diga en el ámbito...