Adicta a Ti

Capítulo 49, pt 1.

─ ¿Sabes lo difícil que es para mí regresar a este lugar? ─Indicó Kisa por cuarta vez en todo el transcurso del camino. Dolía demasiado, estar de vuelta en Nueva York y pensar en la mínima posibilidad de encontrarse con Henry; posibilidad de la que no confiaba, no descartaba y se aferraba con todas sus fuerzas.

─Necesito de tu apoyo en este momento ─habló Alana tomándole de la mano ─En serio, no te llamaría si no fuera algo urgente ─aclaró con el rostro lleno de ternura ─Además si estas nerviosa por... si puede...

─No lo menciones...

─Solo escúchame ¿Ok? ─Alegó interrumpiéndola ─Sé que es duro para ti regresar, pero si no fuera algo tan importante, no te hubiese llamado y exigido que tomaras un vuelo de ultimo hora de Rusia hacia acá ─explicó pacientemente en la salida del aeropuerto JFK (John F. Kennedy)) ─Y mucho menos en tu estado... ─señaló su estómago que había crecido mucho ─ ¿Sabes que con esa ropa no se te nota mucho? ─Inquirió divertida ─Y ese nuevo look ─silbó con picardía, escuchando las carcajadas de Kisa.

─Oye ¡Ya basta! ─Dictó sonrojada de reír ─Tengo que ser cuidadosa en todo momento... ─manifestó entrando al taxi, una vez en el auto continuó ─Desde el caso, reporteros y un sin número de prensa nos tienen en la mira ─expresó preocupada ─No quiero que... Henry ─habló con dificultad ─Se entere de mi embarazo por las noticias ─dudó con tristeza.

─Lo sé, amiga ─comprendió Alana al tiempo que recibía un texto en su celular ─Es Jair ─anunció mostrando la pantalla ─Dice que hay un ajetreo en camino a tu edificio, que tomemos el desvió ─reveló dándole las instrucciones al taxi.

─Qué raro ─meditó sin darle mucha importancia ─Igual no rechazaría una vuelta por Times Square ─emitió en una pequeña sonrisa. Su mirada captó una hoja en frente de su asiento y habló ─ ¿Qué habrá hecho este individuo para estar pidiendo que lo perdonen? ─Cuestionó leyendo la palabra Perdón en diferentes idiomas de los que entendía.

─No lo sé... ─contestó su amiga distraída en el teléfono, viendo imperceptiblemente la hoja que le señalaban.

Kisa se encogió de hombros recostándose al asiento, su mano automáticamente fue a parar en su vientre prominente, con apego. Desde que se notaba más, tomaba todas las medidas necesarias para que no hubieran complicaciones con él bebe. Era sumamente cuidadosa en todo, su instinto maternal se activó y su madre era de mucha ayuda.

En el centro de la ciudad quedó extasiada como si fuera la primera vez, al ver el movimiento y el bullicio de la gente; el ajetreo de los carros y todo a su alrededor. Las luces de las distintas publicidades estaban más centellantes que nunca, Nueva York de noche era gloriosa, digna de admirar y que mejor fecha cuando estaba cerca navidad; uno de los momentos favoritos de ella.

Alana captó algo en una pantalla, tocó levemente el hombro de Kisa y señaló con el dedo ─ ¿No es el mismo mensaje? ─Curioseó refiriéndose a la hoja de papel en el auto.

─Si ─afirmó frunciendo el ceño ─Sí que está desesperado ─sonrió negando con la cabeza, suspirando añadió ─Estoy tan exhausta, tengo sueño todo el tiempo y los pies los tengo hinchados ─reveló tratando de cambiar de tema para no pensar en Henry.

─Me imagino que si ─respondió Alana abrazándola de los hombros ─Pero veras como todo eso vale la pena cuando este... ─colocó su mano en el vientre ─Chiquitín o Chiquitina, nazca y se robe nuestros corazones ─finalizó besándole la mejilla y el estómago.

Kisa sonrió iba hablar, pero el taxi se detuvo en las afueras de su edificio. Suspirando profundamente se armó de valor para salir, al tiempo que sus recuerdos llegaban como ráfagas, uno sobre otros y eso que no había llegado a su apartamento.