Henry observaba a Kisa volverse loca en tan solo segundos. Su armario se encontraba por primera vez, hecho un desastre. Prendas de ropas y zapatos tirados por donde quiera. Internamente se moría de la risa al verla desesperada, pero al mismo tiempo se sentía más enamorado de la mujer en frente que esperaba aceptación en su familia. Esa noche la iba a llevar a casa de sus padres.
Decidió que ya era el momento de presentarles a las personas más importantes de su vida y que estas conocieran a la mujer que fue capaz de robarle el sueño y volver a creer en la felicidad, para demostrarle con ese hecho, que iba totalmente en serio con su relación y que no había nadie más que solamente ella.
─Amor, si sabes que faltan más de cinco horas para ir a casa de mis padres ¿No? ─intervino al verla apurada escogiendo que ponerse.
─Claro que si ─exclamó distraída saliendo con más prendas de ropa en perchas y colocándolas al lado de su espejo.
─Entonces ¿Por qué estas Ehhh... remodelando tu armario? ─preguntó divertido al ver como hacia una mueca con los labios.
─Henry no lo estoy remodelando ─respondió palabra por palabra, tratando de parecer enfadada.
─Nena, lo que sea que decidas usar estará bien ─trató de tranquilizarla tiernamente.
─No quiero vestir "lo que sea" Henry ─advirtió Kisa haciendo las comillas con los dedos ─Quiero algo que impresione a tus padres para caerles bien y que me acepten.
─Mi vida, en primer lugar mis padres ya están impresionados con la noticia de que voy a llegar con alguien a cenar y ese alguien resulta ser mi novia... ─habló Henry con pertenencia.
─Henry ─interrumpió tirando unos zapatos al otro lado de la habitación ─Esto es muy importante para mí, no trates de querer restarle importancia ─recalcó seriamente ─Esta será la primera vez que iré a conocer a los padres del hombre que me gusta y quiero darles una primera buena impresión ─finalizó tendiendo otro vestido a la par de otros tres.
Los nervios de Kisa estaban como locos, desde que despertó esa mañana sentía unas ganas horribles de vomitar, evitando tratar de no entrar en pánico. Henry tenía el poder de sorprenderla cada día; justo como en ese momento que la abrazó desde atrás y empezó a repartirle besos por todo su cuello.
─Creo que tengo una buena idea para que te relajes ─susurró con esa voz sensual y la que activaba todas sus terminaciones nerviosas ─No queremos que mi preciosa mujer pierda el control ─anunció desabrochándole el botón de los vaqueros que llevaba.
Henry la sacó de su armario en un abrir y cerrar de ojos, bastaron pocos segundos para terminar tumbada en el colchón de la cama con Henry encima; dándose un festín como solo él podía disfrutar. Así pasó toda la mañana y parte de la tarde hasta que fue el momento de vestirse.
+++
─Es navidad y no me he dado cuenta ─comentó Henry sarcásticamente montando los regalos que llevaba Kisa a sus padres en la parte trasera de su coche.
─Estoy odiando ese tono sarcástico tuyo, Henry ─contestó entrando en el auto sin esperar respuesta. Abrochándose el cinturón inhalaba y exhalaba profundamente, estaba siendo dramática, pero conocer a la familia del amor de su vida no era en su caso para tomárselo a la ligera, en esos momentos se odiaba por nunca formalizar una relación con alguien y pasar por todo ese proceso.
Al final Henry si logró relajarla al punto de olvidarse por completo lo estresada que estaba. Cuando fue el momento de decidir su atuendo decidió usar un vestido sencillo de encaje, color crema y de falda con vuelos; combinándolo con los zapatos que le regaló Henry. No se esforzó en maquillarse y su cabello lucía una hermosa trenza africana hacia un lado, llegándole a la cintura.
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Adicta a Ti
RomansaKisa Volkova es una mujer que no le falta absolutamente nada. Poseedora de una deslumbrante e inigualable belleza; admirada por muchas, odiada por otras. Privilegiada al nacer en una familia de muy buena posición económica y ni se diga en el ámbito...